Con frecuencia solemos hablar de la publicidad, pero merece la pena pararse a reflexionar sobre qué es. La publicidad es la divulgación de los beneficios por servicios y productos por medio de la excelencia. Desde su aparición han ido surgiendo curiosidades. Destaca la publicidad subliminal, que aunque parece siempre estar rodeada por cierto misterio, realmente no se recurre tanto a ella.
Los mensajes subliminales y su papel en la publicidad
Uno de los temas más controvertidos en publicidad son los mensajes subliminales. La publicidad subliminal trata de la introducción de imágenes o mensaje de manera que no se perciban conscientemente por el receptor de los mismos, pero aún así sean capaces de provocar un estímulo de manera inconsciente. En resumen, inducir a comprar sin que el consumidor piense que realmente se ha creado esa necesidad en él.
Aún así estamos ante una descripción bastante generalista donde hay muchos tipos publicitarios subliminales. Uno de los mejores ejemplos y que más es objeto de estudio es el siguiente:
En 1957, James Vicary hizo un experimento en una sala de cine en Estados Unidos. Consistía en la inclusión de fotogramas de carácter subliminal en la proyección de una película con los mensajes “beba Coca-Cola” o “coma palomitas”. Cuando los espectadores salieron, el resultado fue que la venta que se produjo de ambos productos fue realmente espectacular.
Lo que no se explica en las clases que abordan este experimento es que era una mentira. James Vicary, pasados unos años reconoció que su historia la inventó para publicitar a su empresa que atravesaba momentos delicados en o económico.
Realmente no se saben los resultados del experimento ni si se hizo de verdad, aunque cuando se suele preguntar a expertos en publicidad subliminal, esta historia es de las primeras que suelen venir a la mente.
La publicidad subliminal en principio parece una forma inteligente de vender sin que el consumidor se resista, pero la realidad hace que esto no sea ni tan bonito ni tan fácil. Hay que aclarar que los códigos deontológicos publicitarios tienen prohibido usar esta clase de publicidad.
En España la publicidad subliminal no está permitida
En el caso español, la Ley General de Publicidad de 1988 incluyó la publicidad subliminal en los tipos no legales. Hay que precisar que cuando la prohibición se soslaya de manera parcial, no se sabe realmente que hasta qué punto influye en el comprador.
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