El Telescopio Espacial Hubble Webb de la NASA/ESA ha capturado un monstruo galáctico mientras observaba el cúmulo de galaxias eMACS J1353.7+4329. Se encuentra en la constelación Canes Venatici, a unos 8.000 millones de años luz de la Tierra.
Los científicos calculan que el cúmulo de galaxias eMACS J1353.7+4329 está formado por al menos dos cúmulos. En estos momentos está en proceso de fusionarse para crear un monstruo cósmico. Un único cúmulo gigantesco que actúa a modo de lente gravitatoria.
La lente gravitacional es un ejemplo de la teoría general de la relatividad de Einstein. Un cuerpo celeste, un cúmulo de galaxias en este caso, es lo suficientemente masivo como para distorsionar el espacio-tiempo. Esto hace que el camino de la luz alrededor del objeto se doble visiblemente, como si de una gran lente se tratara.
Las lentes gravitacionales también tienen la capacidad magnificar objetos distantes, lo que permite a los astrónomos observar objetos que de otra manera serían demasiado débiles y lejanos para ser detectados. También puede distorsionar las imágenes de las galaxias de fondo hasta el punto de convertirlas en rayos de luz.
Los datos de la imagen captada por el Telescopio Espacial Hubble Webb provienen de un proyecto de observación bautizado como ‘Monsters in the Making’. Las observaciones de múltiples longitudes de onda fueron posibles gracias a la Cámara de Campo Amplio 3 y la Cámara Avanzada para Sondeos del Hubble.
Rocas gigantes sueltas por el impacto
Por otro lado, la NASA ha anunciado el descubrimiento acerca de lo que le está sucediendo al asteroide Dimorphos gracias al telescopio espacial Hubble. Este ha detectado una avalancha de rocas gigantes sueltas por el espacio que fueron disparadas desde el asteroide impactado por la NASA. Los nuevo registros serán de gran a para una próxima misión para estudiar los resultados de la Prueba de redirección DART.
“Esta es una observación espectacular, mucho mejor de lo que esperaba. Vemos una nube de rocas que transportan masa y energía lejos del objetivo del impacto. El número, el tamaño y la forma de las rocas son consistentes con el hecho de que el evento las haya arrancado de la superficie de Dimorphos. Esto nos dice por primera vez lo que sucede cuando golpeas un asteroide y ves material que sale desde las pequeñas piezas hasta los tamaños más grandes. Los cantos rodados son algunas de las cosas más débiles jamás vistas dentro de nuestro Sistema Solar”, explica el científico planetario David Jewitt de la Universidad de California en Los Ángeles, según recoge ‘Infobae’.
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