El nuevo Gobierno francés no había cumplido ni 48 horas cuando un escándalo amenaza con perturbarlo: dos mujeres aseguraron en el diario Mediapart haber sido víctimas de violencia sexual por parte del nuevo ministro de Solidaridades, Autonomía y Personas Discapacitadas, Damien Abad, uno de los trofeos procedentes de la derecha del presidente, Emmanuel Macron, para su nuevo mandato.
El hasta hace solo unos días jefe del grupo parlamentario del partido conservador Los Republicanos (LR) ha rechazado contundentemente las acusaciones, que se refieren a hechos sucedidos hace una década.
Aunque, según el artículo, varios responsables del partido de Macron, La República en Marcha (LRM), y de LR fueron alertados de los hechos antes de la nominación de Abad el viernes, la también flamante primera ministra, Élisabeth Borne, se ha declarado este domingo sorprendida por la noticia.
“Descubrí el artículo de Mediapart ayer [por el sábado], no tengo más elementos, salvo que el caso fue archivado”, ha dicho este domingo Borne a la prensa. No obstante, ha asegurado que no permitirá “impunidad alguna” en su equipo —donde otro ministro, el responsable de Interior, Gérald Darmanin, también fue acusado en el pasado de abusos sexuales— y ha anunciado que habrá “consecuencias” si la justicia decide actuar.
“Puedo asegurarles que si aparecen nuevos elementos, si la justicia se activa de nuevo, sacaremos todas las consecuencias de esa decisión”, aseveró. El lunes tendrá lugar el primer Consejo de Ministros del nuevo Gobierno.
“Voy a ser muy clara: sobre todos los temas de acoso, de agresión sexual, no puede haber impunidad alguna, hay que seguir actuando para que las mujeres que han podido ser víctimas de agresión, de acoso, puedan liberar su palabra, que sean bien acogidas a la hora de presentar una denuncia”, insistió la primera mujer en la jefatura de Gobierno en Francia en 30 años.
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Poco después, el acusado emitía sendos comunicados a varios medios “rechazando con fuerza” las acusaciones de haber abusado sexualmente de al menos dos mujeres.
“Rechazo con la mayor fuerza esas acusaciones de violencia sexual. Rechazo haber ejercido cualquier forma de coacción sobre mujer alguna. Rechazo todo abuso de poder ligado a las funciones que he ejercido”, dijo Abad, que asegura también que todas sus relaciones sexuales “siempre han sido consentidas”.
“Sensación de haber sido drogada”
Los hechos se remiten a 2010 y 2011. Según Mediapart, una mujer a la que llama Chloé y en la actualidad con 41 años, conoció a Abad (42 años), entonces eurodiputado, con quien acabó quedando para tomar algo. Según afirma la mujer, nada más beber una copa de champán, sufrió un “blackout hasta la mañana siguiente”, en la que se despertó en una habitación de hotel, junto a Abad, “en ropa interior” y con la sensación de “haber sido drogada”.
Una segunda mujer, Margaux, en la actualidad con 35 años, asegura por su parte haber sido violada por Abad en enero de 2011. Esta mujer, activa en la política como el hoy ministro, accedió, tras varios meses de intercambiar SMS con un Abad “muy insistente”, a un encuentro que acabó, asegura, en una relación sexual marcada por la “falta de respeto, órdenes e insistencia”, en la que dice que sufrió una penetración anal pese a haberse negado a ello de manera “firme” en “varias ocasiones”. La mujer denunció a Abad en dos ocasiones, aunque en ambas el caso fue archivado.
La Fiscalía de París ha confirmado a la agencia France Presse que recibió una primera denuncia por violación que fue archivada el 6 de abril de 2012; de igual manera que fue cerrada, por falta de pruebas tras una investigación preliminar, una nueva denuncia el 5 de diciembre de 2017. La segunda fue presentada meses antes, en plena campaña presidencial en la que Abad era portavoz del candidato conservador François Fillon. En esos momentos, varios medios se hicieron eco de una denuncia que vincularon a intereses políticos y que fue ampliamente desestimada alegando la discapacidad de Abad, que sufre de artrogriposis, un trastorno muscular que provoca rigidez y desarrollo muscular anormal, en brazos y piernas. El acusado también esgrime su discapacidad como prueba de que sería incapaz, físicamente, de abusar de una mujer.
El Observatorio de violencias sexistas y sexuales, que vigila los abusos sexuales en el mundo de la política, asegura que avisó el 16 de mayo de la situación a responsables de La República en Marcha y de Los Republicanos, sin recibir respuesta. Por su parte, la Fiscalía de París indica que recibió el 20 de mayo un aviso por parte del Observatorio sobre Abad, que está “siendo analizado”.
No es la primera vez que un ministro de Macron es acusado de abusos sexuales. El ministro del Interior en el anterior y actual Gabinete, Gérald Darmanin, también fue investigado por presunta violación y abuso de confianza desde 2017. Macron decidió mantenerlo en el cargo alegando su presunción de inocencia. Finalmente, el caso fue archivado a comienzos de este año.
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