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David Chipperfield participa en el nuevo comienzo de Sargadelos


La catedral de Santiago, la Torre de Hércules… y David Chipperfield. Desde que hace treinta años escogió el pueblecito coruñés de Corrubedo para pasar sus vacaciones de verano, este célebre arquitecto inglés (Londres, 1953) se ha convertido en una figura fundamental del patrimonio de Galicia, donde además de residir parte del año trabaja para proteger y promocionar los valores arquitectónicos, naturales y culturales de la zona de Rías Atlánticas como impulsor de la Fundación RIA (Rede de Innovación Arousa). Ahora, sus raíces han penetrado un poco más en la terriña. Chipperfield es el creador la nueva vajilla de porcelana de Sargadelos, otra de esas instituciones eminentemente gallegas que, como el pulpo a feira o el albariño, sería imperdonable no colocar en uno de esos mapas de productos típicos. “A Chipperfield le interesa todo lo que se hace en Galicia, y eso incluye su porcelana”, explica por teléfono Sara Méndez, quien como responsable del departamento de diseño de Sargadelos, ha trabajado con el arquitecto durante un proceso que ha durado un año.

Presentada con el nombre de Rede, la colección se compone de siete piezas: un vaso, dos platos, un bol alto y otro bajo, una ensaladera, y un florero esférico cubiertos por una retícula en relieve que evoca las redes de pesca tradicionales y, en el caso concreto del florero, a las antiguas boyas de cristal. Son el tipo de cosas que Chipperfield podría encontrar echando un simple vistazo por la ventana de la casa que hace años se construyó en la playa de Corrubedo. Y eso, la sencillez y la falta de pretensiones, es precisamente lo que más le atrae de Galicia. “Me encanta lo directo de Galicia. Todo es lo que es, tanto lo bueno como lo malo. No está empaquetado ni presentado, es muy crudo y expuesto y muy directo”, explicó durante la presentación de la colección. “Viniendo de Londres, donde nuestras vidas están muy marcadas por los excesos de la elección y el consumismo, Galicia es refrescantemente directa y sin complicaciones”.

Bocetos iniciales de David Chipperfield para la colección Rede. El motivo del relieve está inspirado tanto en las redes de pesca como en la decoración de la artesanía japonesa.

Chipperfield llegó a las fábricas de Sargadelos con experiencia en el diseño de vajillas. En 2009 se inspiró en las pinturas de Giorgio Morandi para crear Tonale, una vajilla de cerámica producida por la firma italiana Alessi que presentaba una superficie tan lisa y sobria como las columnas de hormigón que dan la bienvenida a los visitantes del Museo de Pérgamo de Berlín, por nombrar una de las arquitecturas más famosas de Chipperfield. De la porcelana de Sargadelos, le atrajeron los elementos ornamentales de sus colecciones más populares, algo que, tratándose de un arquitecto minimalista, puede resultar curioso, pero que tiene sentido si se tiene en cuenta que dichos elementos son una parte fundamental de la historia de Sargadelos y que, a lo largo de su carrera, Chipperfield ha demostrado tener una sensibilidad especial con el patrimonio. En el caso de Rede, jugó tanto con el emblemático azul cobalto de Sargadelos, presente en algunas piezas de la vajilla, como con el diseño de relieve, característico de vajillas de la marca tan populares como la de Portomarínico, cuyo relieve está inspirado en las ménsulas de la iglesia lucense de San Juan en Portomarín.

Según explica Sara Méndez, el público suele asociar Sargadelos con el color azul, pero para la empresa el relieve es un elemento decorativo tan característico e importante como dicho color. Así lo demuestra, por ejemplo, el hecho de que una de las dos plantas de producción de Sargadelos, la de Sada (A Coruña), esté especializada en la producción de piezas decoradas con relieves. Fue el relieve lo que más interesó a David Chipperfield. “Quería disfrutar de las posibilidades de un relieve superficial que son propias de la porcelana”, explicó el arquitecto. “El motivo en relieve que elegí se basó en una serie de referencias. Obviamente, la idea de la red de pesca, pero también la decoración tradicional de la cerámica japonesa”.

Además del emblemático azul cobalto de Sargadelos y el blanco propio de la porcelana, David Chipperfield quiso introducir colores menos habituales para la marca como el amarillo mostaza o el rosa teja.

Chipperfield no se tomó a la ligera el relieve, y en lugar de usarlo para crear unos motivos puramente decorativos, diseñó una retícula que forma parte de la estructura de unas piezas que, según Méndez, podrían funcionar como pequeñas arquitecturas. “Quizás lo más importante para mí era la idea de obtener un patrón que parece táctil y que parece extenderse sobre la forma, enfatizando no sólo la superficie de las piezas, sino también la propia estructura”, aseguraba el arquitecto.

El nombre de David Chipperfield ayudará a difundir Rede a escala mundial, de la misma manera que su casa de la playa ha puesto a Corrubedo en el mapa de la arquitectura. No obstante, hay que reconocer que a Sargadelos no le faltan parejas en el gran baile del diseño internacional. Lo sabe muy bien Sara Méndez, quien empezó a trabajar en el departamento de diseño de la empresa hace diez años, cuando al igual que otros fabricantes de cerámica y porcelana, Sargadelos vivía uno de sus peores momentos. Sargadelos sobrevivió a su concurso de acreedores de 2014 y, durante estos últimos años, Méndez ha sido testigo del reconocimiento que las porcelanas de la marca han obtenido en todo el mundo. En 2018, por ejemplo, el MoMA de Nueva York se interesó por las vajillas de Sargadelos después de descubrir sus porcelanas en la conocida revista de diseño Wallpaper. A partir de entonces, el museo neoyorquino comenzó a vender algunas piezas de la marca en su tienda.

Para la responsable de diseño de Sargadelos, estos triunfos de la empresa son una señal del buen momento que vive no solamente la artesanía española, sino en general las cosas bien hechas y de calidad. “La gente quiere tener piezas que duren. Y eso es lo que hacemos en Sargadelos. Diseñamos colecciones atemporales que no pasan de moda”.

Rede se pondrá a la venta por piezas individuales para que cada cliente pueda componer su vajilla a su gusto.


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