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David Ferrer: “Mentalmente, Alcaraz me recuerda al Nadal joven”


Aunque colgó la raqueta hace tres años, David Ferrer (Xàbia, Alicante; 40 años) está tan fino o más que cuando era tenista. “Puede ser, puede ser”, dice. “Voy a hacer la Titan Desert con unos amigos y me he aficionado a la bicicleta. Es por pura diversión”, añade el director del Godó, que ejerce el cargo desde que se retiró y estos días desfila por Pedralbes hecho un pincel. En una de las escasas treguas que le concede su cometido, el alicantino atiende a EL PAÍS junto a la piscina del club. Asegura que no echa en falta la adrenalina de la competición y, preguntado por el libro que tiene ahora entre manos, buen lector él, cita Los tiempos difíciles: “Todavía no había leído mucho de Almudena Grandes y tenía ganas. La verdad es que me está gustando mucho”.

Pregunta. Ahora dirige y observa desde la barrera, pero, ¿todavía se siente tenista?

Respuesta. Desde el primer día que me retiré asumí que ahí se cerraba una etapa y no pienso mucho en esto, porque soy feliz con la nueva vida que tengo y con lo que hago. Cuando lo recuerdo, lo recuerdo con cariño, pero no con nostalgia. Ya no me siento jugador. Ahora me toca esto y la verdad es que me gusta hacer otras cosas distintas a las que he hecho toda la vida, por una cuestión de aprender y de exponerme a situaciones diferentes, porque creo que te hace mejor.

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R. ¿Y no echa en falta la adrenalina de la pista?

R. Viví el tenis con mucha intensidad, y cuando decidí que ya no iba a jugar más era porque ya no tenía esa intensidad. Quise acabar de una manera correcta, con un buen nivel, y me quedé a gusto en ese sentido. Sé lo que es vivir a esa intensidad que se necesita para estar al máximo, y ya lo había dado todo; a partir de ahí, sigo viviendo con intensidad, pero en una etapa diferente. La transición no es fácil porque has hecho lo mismo desde los 12 años hasta los 37, así que hay que tener otras ilusiones y otras motivaciones, y yo las tenía.

P. De alguna manera, ¿se ha redescubierto durante ese proceso?

R. He hecho cosas que no tenía en mente, pero cuando me ofrecieron lo del Godó es lo que más ilusión me hizo porque al final, este torneo forma parte de mi historia personal. Me siento realizado. Antes trabajabas para tí mismo, pero ahora trabajas para otras personas y te debes al torneo, estás en la otra parte. Está bien. Creo que te hace mejor. Esta semana tengo más estrés de lo normal, pero lo que hago lo hago con la mayor honestidad posible. En ese sentido, duermo tranquilo.

Recuerdo con cariño mi etapa en la pista, pero no con nostalgia. Ya no me siento jugador. Me gusta exponerme a situaciones diferentes para crecer

P. El Godó es una excepción, muy singular; un islote en estos tiempos tan empresariales. ¿Cómo explica su particularidad?

R. Es singular porque es un torneo de club, y de estos ya quedan pocos; te diría que Queen’s o Roma, porque aunque este último pertenezca a la federación italiana no deja de ser un club. Aquí el torneo es de Barcelona y de los socios, que lo viven con mucha intensidad y con mucho cariño; eso es muy bonito y hay mucha historia detrás. Aquí muchos de los trabajadores son hijos de personas que habían trabajado antes para el torneo. Yo he vivido eso desde pequeño y poder mantenerlo con un torneo de esta magnitud es una maravilla. En ese sentido soy muy vintage. Tengo una responsabilidad grande, la verdad.

P. Teniendo en cuenta la dinámica, ¿puede llegar el sistema a devorar un torneo de estas características?

R. Espero y deseo que no.

P. En términos de competición, ¿en qué punto está el tenis?

R. Rafa, Roger y Novak han puesto el listón muy alto, y parece que de nuevo estamos buscando a Los Tres Magníficos, pero yo creo que ahora los resultados van a ser mucho más dispares y se van a repartir más los títulos. Va a estar más igualado el circuito. Se juega más rápido, hay más fuerza y menos táctica.

P. Pero, hablando en plata, ¿disfruta más o menos que antes?

R. A mí me gusta que haya un poco más de peloteo, pero lo de ahora también es lícito. Se busca más el [golpe] ganador y es así. Ahora los jugadores son más fuertes y más altos, y no necesitan tanto la táctica porque con el servicio les vale.

David Ferrer, durante la entrevista con EL PAÍS. / L. F. CASTILLEJA (RCTB)LUIS FELIPE CASTILLEJA

P. Parece que el día de mañana será difícil encontrar más Ferreres o jugadores de perfil estratégico, ¿lo ve así?

R. Siempre los va a haber; si no, ahí está Schwartzman, por ejemplo. En mi época también había cañoneros y al final te adaptas, pero es verdad que cada vez habrá menos jugadores tácticos. Cuando veo ahora las fotos de la Copa de Maestros veo que yo era el más bajito…

P. Alcaraz es creativo, pero a la vez potente. Boris Becker dice que se debe dosificar, que se puede llegar a quemar. ¿Teme que puedan perjudicarle las expectativas?

R. Es normal que haya expectativas, porque acaba de ganar Miami y de entrar en el top-10 con solo 18 años. Es normal que ahora tenga más presión, pero creo que lo lleva bien porque es un jugador diferente. Mentalmente está muy bien amueblado y su entorno es bueno; además, tiene ahí a Juan Carlos Ferrero, que también ha vivido algo así y es más fácil que le transmita lo que se puede llegar a sentir. Sinceramente, en ese sentido no estoy preocupado.

P. Más allá de la técnica, también ha demostrado que mentalmente es muy fuerte.

R. Me recuerda un poco a Rafa [Nadal] cuando era joven. Tiene esa capacidad de asumir correctamente la presión. Cuando eres tan bueno, tienes que pasar necesariamente por este punto en el que te señalan. Conforme mejor eres, más presión tienes, y aquellos que son los mejores lo aguantan mejor que los demás. Rafa, Roger y Novak han hecho lo que han hecho porque han asumido que son los mejores en todos los torneos. En ese sentido, creo que Alcaraz lo va a poder asumir; solo hay que ver las declaraciones que ha ido haciendo. Tiene una madurez diferente. Yo, por ejemplo, no tenía ni mucho menos esa madurez a su edad. Son gente especial. No diría que han nacido, o tal vez sí, para jugar al tenis, pero desde luego han aterrizado en el deporte perfecto por tal y como son ellos.

Ferrer, esta semana junto a los futbolistas Ferran Torres y Pedri. / RCTB

P. ¿Qué es lo que más le impacta de él?

R. Me impresiona la capacidad de evolución. Por ejemplo, hace un año no sacaba ni la mitad de bien de lo que saca ahora; ahora te puede sacar perfectamente a 200 kilómetros por hora y, ¡ostras!, conseguir eso en solo un año… Y luego te cambia ritmos, se va a la red y tiene una capacidad para analizar, adaptarse y entender el juego que muy pocos la tienen.

P. Teniendo en cuenta el paisaje del futuro, ¿considera que puede llegar a ser el gran dominador?

R. Podría ser… Es que ya es el tres en la race; están Nadal, Tsitsipas y él. ¿Si tiene opciones de ganar un Grand Slam? Sí. ¿Si hace un año esperaba estar pensando en que podía ganar un Grand Slam? No. Yo sabía que era un jugadorazo. Con 14 años se entrenó conmigo y ahí ya había algo especial, pero la evolución que he tenido en solo un año… ¡Buf! Nos ha sorprendido a todos, incluso a los que entienden de tenis.

P. Parece que Nadal está cerca de volver, aunque las lesiones no le permiten tener regularidad. ¿Qué recorrido le vislumbra?

R. Todavía tiene mucho que ofrecernos. Ha ganado tres torneos, así que, ¿cómo no va a ofrecernos más? Ha tenido estas lesiones, pero son gajes del oficio. Lo importante es que antes de Roland Garros pueda jugar algunos partidos para que tenga posibilidades de ganar otra vez.

Rafa todavía tiene mucho que ofrecernos y no creo que Djokovic haya arruinado su carrera; le costará, pero volverá a coger el ritmo

P. Si puede ensayar lo suficiente antes de llegar a París, ¿vuelve a considerarle el gran favorito?

R. Habrá que ver cómo va, pero podría ser, sin lugar a dudas. Insisto, creo que es importante que antes de llegar allí juegue al menos unos cuantos partidos a alto nivel; quizá no en Madrid, pero sí en Roma. En las primeras rondas de París no jugará contra cabezas de serie y podrá rodarse, pero debe jugar antes para estar físicamente preparado.

P. ¿Y qué me dice de Djokovic? ¿Considera que la decisión de no vacunarse puede arruinar su carrera?

R. No creo que se esté arruinando su carrera. Le va a costar un poco más recuperar su nivel porque todavía no tiene ritmo de partidos, pero volverá a cogerlo. ¿La vacuna? Cada uno es dueño de sus decisiones. ¿Si estoy de acuerdo? Lo respeto, pero yo me he vacunado. Es su decisión.

P. Y hablando de decisiones, ¿Qué opina de la de Wimbledon de vetar a los tenistas rusos y bielorrusos?

R. Me parece un poco injusto; bueno, no, me parece totalmente injusto. Entiendo que la situación no es fácil, pero ya se les ha prohibido jugar en la Copa Davis y la Billie Jean King Cup, y no creo que deban prohibirles jugar sin bandera, porque al final este es un deporte individual. Está haciéndose en todos los torneos y no puede ser que por culpa de un… [hace una pausa de varios segundos] llamémosle dictador, se penalice a un deporte como este.

Carlos Alcaraz celebra su triunfo contra Tsitsipas, este viernes en Barcelona.Foto: PEDRO SALADO (GETTY) | Vídeo: EPV

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