¿De dónde procede y para qué se utiliza el látex?

Dejando de lado la moda más ceñida y provocativa, el látex natural es también una materia prima virgen procedente del citoplasma de algunas plantas y hongos. Su composición inicial es acuosa y de aspecto lechoso o amarillento, un origen totalmente opuesto al resultado final que todos conocemos.

El látex se obtiene de la savia extraída del árbol del caucho, muy abundante en los primeros años de su crecimiento. El proceso de extracción es muy sencillo y beneficioso para el árbol. Consiste en realizar una serie de incisiones en forma de V sobre la corteza, desde donde fluirá este líquido tan característico.

Látex
El látex es extraído de la corteza del árbol del caucho.

Como ya hemos dicho, esta es una operación muy favorable también para la planta. La secreción obtenida es solo un desperdicio que no hace sino retrasar la regeneración del propio árbol. Una fase que nosotros impulsamos con dicha extracción. El látex natural resultante contiene una mezcla de componentes de lo más dispares, entre los que se encuentran diversas proteínas, sales minerales, resinas orgánicas o agua.

Propiedades del látex

El látex se caracteriza sobre todo por una gran elasticidad. Que tiene como consecuencia una capacidad de adaptación al medio de lo más fructífera. Ambas propiedades forman un material duro y flexible a la vez, muy utilizado en la elaboración de colchones y demás superficies de confort. La transpirabilidad es otro de los rasgos más aprovechados, al igual que la durabilidad y su carácter indeformable.

¿De dónde procede el látex?
La sanidad es uno de los campos que más recurre a la utilización del látex.

Aplicaciones

Desde su descubrimiento en 1736 por el botánico francés Charles Marie de la Condamine, el uso del látex se ha extendido a más de 40.000 productos de diferentes ámbitos. Como por ejemplo, el campo sanitario. Todos los artículos de prevención utilizados en el hospital están hechos a base de caucho: guantes, mascarillas, sondas, enemas, catéteres, tiritas… La industria textil también ha sacado un increíble provecho de este elemento, sobre todo en el entorno deportivo y de baño. La caracterización y el maquillaje, el mercado de los preservativos, el material escolar o el mundo del motor son otras de las aplicaciones relacionadas con el látex.

Sin embargo, entre todas ellas destaca la medicina alternativa, que atribuye a este ingrediente diversas propiedades curativas. Los efectos dependen de la especie vegetal de la que proceda. En el caso del látex rojizo del género Croton, estamos ante un cicatrizador excepcional. Que ayuda además con las úlceras estomacales. El látex del fruto de la papaya es muy bueno para acabar con las lombrices intestinales. Mientras que la variedad anaranjada cura las verrugas y el herpes. Ante todos estos logros muchas veces olvidamos su auténtica naturaleza, que en muchas ocasiones puede resultar perjudicial para la salud. Por ello es importante conocer antes todas las variedades, así como sus propiedades y funciones principales.


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