SÍDNEY, Australia – La policía australiana informó este lunes que acusó de 10 cargos, entre ellos conducción peligrosa con resultado de muerte, al conductor de un autobús que se involucró en un grave accidente el domingo, en el que 10 personas murieron y otras 25 resultaron heridas.
El conductor, identificado solo como un hombre de 58 años, ha sido acusado de “10 cargos de conducción peligrosa con resultado de muerte, conducción peligrosa y conducción negligente (con resultado de muerte)”, según un comunicado de la policía del estado de Nueva Gales del Sur, cuya capital es Sídney.
El acusado deberá comparecer el martes ante un tribunal de justicia del estado de Nueva Gales del Sur, donde sucedió el siniestro.
El autobús, que llevaba a 36 personas que regresaban de una boda, se volcó en una rotonda alrededor de las 11:30 p.m. hora local del domingo cerca de la localidad de Greta, situada en una turística zona vitivinícola de Hunter Valley y a unas 112 millas al norte de Sídney.
El grave siniestro llevó a un vasto despliegue de policías, bomberos y paramédicos para atender a las víctimas.
La policía confirmó este lunes que 10 personas resultaron muertas por el accidente y otras 25 sufrieron “heridas de diversa consideración”, por lo que fueron trasladadas por tierra y por aire a hospitales de la zona y de Sídney.
Si bien la policía no dio detalles de las identidades ni edades de las víctimas, aclaró que no hay menores.
Este mismo lunes, el jefe del gobierno regional, Chris Minns, dijo a los periodistas desde el lugar del accidente que 21 de los 25 heridos siguen hospitalizados, de los cuales uno de ellos se encuentra en estado de gravedad y el resto en condición estable.
Una australiana se perdió con su vehículo en un bosque del estado de Victoria, en el sureste de Australia, y sobrevivió cinco días con dulces y vino, a pesar de que no bebía alcohol, hasta que fue rescatada, informaron fuentes policiales.
Por su parte, el primer ministro australiano, Anthony Albanese, lamentó este lunes la tragedia, que, según dijo, ha convertido la celebración de una boda en un día “cruel, triste e injusto” con “tan terribles pérdidas de vidas humanas y heridos”.
Las autoridades australianas investigan las causas del accidente, en el que se maneja la hipótesis de que estuvo implicado un solo vehículo.
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