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de la relación con su padre a su nueva vida junto a Kika

Lucía Rivera está imparable. Si bien es cierto que la fama le vino como el pan debajo del brazo, ella sola ha conseguido labrarse un futuro muy prometedor, tanto de modelo como de influencer. A día de hoy su agenda echa fuego, algo que no ha impedido que guarde unos minutos para atender a los medios de comunicación en su último evento. Un compromiso profesional de lo más especial en el que ha posado, por primera vez, con la que ya considera su hermana: Kika Cerqueira, la hija de la actual pareja de su padre.

Su libro, Nada es lo que parece, ha supuesto un punto de inflexión en su vida, no solo por haber contado su experiencia con el machismo, sino también por haber cargado contra Eva González. La realidad es que la joven tan solo ha plasmado en las hojas su experiencia durante estos años complicados. Ahora, está viendo la luz al final del túnel, y la nueva ilusión del torero se lo ha puesto mucho más fácil. Que Cayetano Rivera haya vuelto a sonreír después de su ruptura ha sido algo que ha agradecido su hija. «Mi padre cada día está más guapo. Está muy bien, está feliz, está contento», ha comenzado desvelando.

Lucía Rivera en un evento de Sunglasses / Gtres

Parece que con este giro de 180 grados, la relación paternofilial ha tomado otro tumbo: «La relación con mi padre es especial, yo me crié con mis abuelos. Que yo no cuente que veo a mi padre no significa que no le vea. Hubo separación, que ya lo sabemos todos, pero nunca hubo una distancia abismal. Ahora la relación es más cercana». Eso sí, ha confesado que no quiere saber nada de bodas pues, aunque el diestro haya vuelto a creer en el amor de la mano de la presentadora portuguesa, no quiere decir que tenga que pasar por el altar. «Os voy a confesar una cosa: a mí las bodas no me gustan. Por favor, parad de casaros, porque os divorciáis al poco», ha sentenciado, con dardo incluido.

Lucía Rivera y Kika Cerqueira en un evento de Sunglasses / Gtres

Una familia feliz

Lucía Rivera no ha querido ahondar en su relación con Eva, la cual dejó clara en su libro que nunca había sido buena. No obstante, ha confesado abiertamente que lo único que desea es la plena felicidad para todos, aprovechando para pronunciar alguna palabra bonita hacia la conductora de La Voz: «Yo quiero que todos sean felices, sobre todo mi hermano. Está guapo, igual que los padres. Eva es un cañón y mi padre es otro cañón pues imagínate lo que va a salir de ahí». La influencer ha explicado que siempre ha tenido la familia que ha querido, pero que ahora se encuentra en un momento completamente distinto en el que las cosas están siendo mucho más fáciles.

Lucía Rivera y Kika Cerqueira en un evento de Sunglasses / Gtres

Una nueva hermana

Y es que, la nueva historia de amor de su padre ha venido acompañada de una amistad que ha cuajado en cuestión de días. Lucía ha podido conocer a Kika, hija de la portuguesa, con quien ha conseguido crear un vínculo muy fuerte. «Siempre dicen: ‘los amigos son los de toda la vida’. Y no estoy de acuerdo. Hay personas que llegan en un momento determinado y son como si fueran tus hermanas», ha sentenciado.

Lucía Rivera y Kika Cerqueira en un evento de Sunglasses / Gtres

En este evento -el primero juntas- han derrochado complicidad, buena sintonía e, incluso, felicidad por todos los costados. Hasta tal punto que, incluso, la prensa de Portugal ha titulado su relación como de hermandad: «Yo encantada. Una hermana por dios, sí, me hacía falta. Yo estoy feliz de tener una hermana a quien poder contarle mis cosas». Un día de lo más especial en el que ha aprovechado para deshacerse en halagos hacia la nueva hermana que ha llegado de sorpresa a su vida, una mujer relacionada con el mundo del modelaje, más pequeña que ella y con quien ha congeniado como si se conocieran de toda la vida. Pero Kika no es la única que ha llegado para hacerlo todo más fácil, sino que María Cerqueira también se ha ganado un hueco en su corazón: «Es una mujer increíble. Osea no tengo una mala palabra que decir de ella. Es alucinante, es una tía que desde que la vi dije ‘wow’. Me sorprendió, porque da miedo cuando de repente una persona nueva entra en tu familia y a mí me dio bastante miedo al principio porque no la conocía. Y fue conocerla y decir: ‘qué tranquilidad’».




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