El académico del Colegio de México (Colmex) se dijo sorprendido por la reacción tan negativa en su contra en las redes sociales.
El académico Sergio Aguayo aseguró que no se quejó por hacer fila y esperar horas para recibir la vacuna contra la Covid-19. “No emití ninguna queja en ningún momento, entendí la situación y la asumí con la paciencia mexicana: no había de otra, había que aguantarse y punto”. Lo anterior, al ser cuestionado sobre el ‘hashtag’ #SufroComoAguayo que se colocó como tendencia en Twitter.
Durante una entrevista con Aristegui en Vivo, aseguró que sus impresiones dadas a conocer a través de su cuenta de Twitter eran “una crónica puntual” de los hechos a medida que se dieron. “De ninguna manera sufrí. El tono de mis comentarios era ‘cronicar’ lo que iba observando y sí señalar: son tres horas las que estamos bajo el sol y punto. Es el hecho”.
“Me impresionó la reacción tan negativa -de un sector y comentaristas en redes- en mi contra. Me acusaron de un montón de cosas: ‘chayotero’, traidor”, dijo al tiempo que enfatizó que una de los calificativos recurrentes fue el de ‘malagradecido’.
“Quienes me defendieron, y yo comparto esa tesis, parten de la idea que uno puede reconocer pero no tiene por qué agradecer” porque el gobierno tiene la obligación de garantizar la salud pública.
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“Me parece que hay una divergencia entre quienes creen que el ciudadano, el paciente en este caso, el adulto mayor, debe ser un siervo, un vasallo que agradece la buena voluntad del gobernante que nos da la vacuna, pues no, nos la dio porque nos la tiene que dar, es su obligación y para eso pagamos impuestos”, afirmó el académico del Colegio de México (Colmex).
“En todo caso ayer reconocí y vuelvo a reconocer la buena disposición de todos los participantes, personas de la tercera edad, los del chaleco verde, los del chaleco guinda, las enfermeras, la médica -extraordinaria y mandona, pero se necesitaba alguien así que con altavoz iba ordenando y se traía a todos cortitos ya dentro de la tierra prometida, es decir, donde ponían las vacunas-. Yo lo reconozco, pusieron todos su mejor esfuerzo pero algunos se distinguieron más que otros para mí y para el grupito con el cuál compartí cuatro horas de vida. Los que se llevaron la mañana fueron los de verde o los de Claudia”, precisó.
Aguayo reflexionó sobre lo que pudo haber pasado entre la jefa de gobierno capitalina, Claudia Sheinbaum y el subsecretario Hugo López-Gatell, ya que pudo observar que “los de chaleco verde de la Ciudad de México tomaron el control del evento y desplazaron a los servidores de la Nación”.
Dijo que fue una decisión deliberada que los últimos asumieron, “algunos tranquilos, otros de mala manera” pero ayer quien mandaba en la organización en esa zona era Sheinbaum, lo que probablemente no cayó bien a López-Gatell.
En ese sentido, afirmó que “la vacunación ya está politizada” y no por la oposición, los críticos o analistas, sino porque los que tienen un cargo de responsabilidad quieren decir “cómo se debe hacer, lo cuál no está mal siempre y cuando se asuma”.
Destacó que Sheinbaum recorrió varios lugares donde hubo problemas en la aplicación de las vacunas para ofrecer disculpas lo que le pareció “un buen gesto”, ya que “lo mínimo que uno espera -si tienes que esperar en parte por la desorganización de quienes debían enviar las vacunas- es una disculpa”. No obstante, dijo que López-Gatell “no salió a visitar”, lo que demuestra la disposición de la mandataria capitalina de “tomar el control de los acontecimientos”.
Aguayo cerró su intervención con la siguiente pregunta: “¿Para qué demonios nos tomaban una foto a rostro descubierto?” Una enfermera le aseguró que era para el historial clínico, versión sobre la que pide mayor explicación ya que no le parece clara.
Ve la entrevista completa: