Tamara Falcó está viviendo un momento de cambio. Después de que se confirmara su ruptura de Íñigo Onieva tras la infidelidad por parte del empresario, la marquesa de Griñón ha puesto rumbo a México, donde está participando en el Congreso Mundial de las Familias que se ha celebrado estos días en el país azteca. No es la primera vez que la hija de Isabel Preysler acude a este encuentro, que es una de las citas más importantes del movimiento internacional ultracatólico, aunque esta vez el destino ha querido que su participación haya coincidido con la ruptura con el que ha sido su novio en los últimos años y su prometido por unos días.
En una de las ponencias que la marquesa de Griñón ha hecho, Tamara ha hablado precisamente de esta ruptura y lo que ha supuesto para ella. “Ha sido un despertar espantoso, pero al mismo tiempo pienso en el perdón, pienso en la importancia del perdón”, ha dicho la aristócrata, que ha dejado entrever que no tiene reparos en perdonar a Onieva. Unas palabras en las que muchos han querido entender que la hija de Isabel Preysler no cierra la puerta a la reconciliación, a pesar de que ella misma ha dicho que era algo imposible. “Estaba muy ilusionada, pero todo cambia radicalmente, ya no cuando salen unas imágenes de mi novio en aquel entonces siendo infiel, caen muchas más cosas, fue un dominó”, ha dicho Tamara, con la voz entrecortada por las complicadas circunstancias que está viviendo,
Aunque Tamara ha reconocido que Íñigo le ha pedido perdón, ha dicho que se siente muy decepcionada y que es algo que ella tiene que trabajar. Está muy desilusionada con todo lo que ha ocurrido, pero no siente rabia ni rencor, simplemente siente tristeza: “Yo no siento odio hacia él ni aberración, me da pena, me da pena que con todas las cosas maravillosas que hay en la vida, considere que esas son las cosas por las que vive, a mí eso sí que me da pena”, ha declarado.
La hija de Isabel Preysler ha asegurado que está muy confusa con todo lo que ha ocurrido: “No lo entiendo. No me cabe en la cabeza lo que ha sucedido, pero creo que él y todos los que están perdidos en las sombras merecen conocer la verdad y el amor de Dios”, ha declarado Tamara, que ha reconocido que ha rezado mucho para encontrar el camino adecuado. “Rogué muy fuerte que, si mi novio de aquel entonces era para mí, que se realizara, que llegáramos al matrimonio y que, si no, que por favor lo apartara”, ha confesado. A pesar de esta decepción, Tamara Falcó ha dicho que sigue creyendo en el amor y su objetivo es pasar por el altar llegado el momento, con un hombre que sí la respete: “Sigo pensado que mi vocación es el matrimonio”.
En estos días en los que ha estado en México, a Tamara se la ha podido ver acompañada de un conocido joven mexicano. Según ha revelado el programa Fiesta, se trata de Eduardo Verástegui, que pertenece al movimiento católico Viva México. Una supuesta nueva ilusión sobre la que, de momento, ninguna de las partes se ha pronunciado. El tiempo dirá.