De una expulsión decisiva a la búsqueda de protagonismo

Fede Valverde fue elegido en Yeda el mejor jugador de la última Supercopa de España tras una expulsión. No es habitual en la historia del fútbol pero su exhibición física y el despliegue que realizó en la final ante el Atlético de Madrid, estuvo por encima de una entrada sin disimulo a Álvaro Morata a cinco minutos del final de la prórroga. Los penaltis coronaron al Real Madrid y el uruguayo se convirtió en el gran protagonista.

“Fue algo que no se debe hacer con compañeros que están jugando. Pido disculpas a Álvaro pero era lo único que me quedaba hacer por el equipo”, aseguró Valverde tras cerrar una gran final de forma abrupta.

Era el minuto 115 cuando un mal control de Dani Carvajal provocó un desajuste defensivo del Real Madrid en el repliegue y permitió al Atlético lanzar un rápido contragolpe, con Álvaro Morata libre para encontrar todo el campo para correr. El pase filtrado de Vitolo dejaba a su compañero la oportunidad de encarar a Thibaut Courtois tras recorrer metros. Para Carvajal era misión imposible llegar para subsanar su error y apareció Valverde de la única forma que podía, con alevosía, derribando por detrás con una fuerte patada al rival.

La seriedad con la que abandonó el césped del King Abdullah Sports Center tras sentir que su sacrificio castigado con cartulina roja directa era obligado por el bien del equipo, se transformó en felicidad cuando sus compañeros se impusieron en la tanda de penaltis y tuvo el reconocimiento del galardón individual que añadir al colectivo.

Era un paso más del crecimiento continuo del joven de Montevideo que encontró en Santi Solari la apuesta y en Zinedine Zidane la continuidad, clave para olvidar un período de adaptación a su llegada a España siendo un niño y con una cesión de por medio al Deportivo de La Coruña, que le sirvió para crecer pero sin llegar a despuntar. El deseo frustrado de Zizou por Paul Pogba impulsó la apuesta por el ‘Pajarito’ y Fede comenzó a ser importante.

Su perfil se impone en el fútbol moderno, el recorrido que aporta teniendo la misma importancia en tareas defensivas como con balón, la larga zancada, un compromiso que demuestra en cada partido. Sin embargo su protagonismo fue cayendo tras el confinamiento. Acabó la temporada siendo suplente en la ‘final’ del Etihad y el intento frustrado de remontada en la Liga de Campeones frente al Manchester City.

Valverde, marcando esta temporada ante el Huesca

Una tendencia que no ha cambiado en la presente temporada. Fede ha jugado 18 de los 24 partidos oficiales del Real Madrid, con solo once titularidades. Le confirma como el cuarto centrocampista de Zidane, el primero de refuerzo cuando falla un integrante de la vieja guardia formada por Casemiro, Toni Kroos y Luka Modric. El renacer del croata le ha afectado cuando está en su mejor nivel.

La falta de continuidad afecta a Valverde que no completa un partido desde el 3 de noviembre y solo dispuso de 42 minutos en los tres últimos compromisos madridistas. Así regresa a una competición en la que brilló en su primera participación. En una búsqueda del protagonismo perdido y con el deseo de volver a brillar para ganarse un puesto en el once de gala de Zidane.


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