La expolicía del departamentos de Brooklyn Center con sus abogados durante el veredicto.

Declarada culpable de homicidio involuntario la policía que mató a un afroamericano desarmado “por error”

La expolicía del departamentos de Brooklyn Center con sus abogados durante el veredicto.
La expolicía del departamentos de Brooklyn Center con sus abogados durante el veredicto.AP

Kim Potter, la policía de Minnesota que a comienzos de abril desenfundó por error su arma reglamentaria en lugar de su pistola paralizante durante un control policial en el que disparó y mató a tiros a Daunte Wright, ha sido declarada culpable este jueves. El jurado llevaba desde el lunes discutiendo el futuro de la exagente, que tras el accidente renunció al departamento de policía de Brooklyn Center, Minnesota, después de 26 años de servicio. Los miembros del jurado han comunicado esta tarde el veredicto en el que la han declarado culpable de homicidio en primer y segundo grado por la muerte de Wright, que tenía 20 años cuando falleció.

La pena máxima por homicidio involuntario en primer grado basado en el uso o manejo imprudente de un arma de fuego es de 15 años de prisión, Sin embargo, dado que Potter, de 49 años, no tiene antecedentes penales, arriesga entre 6 y 8,5 años de prisión. Los fiscales adelantaron que buscarán una pena más larga. Cuando la expolicía escuchó el veredicto se mostró impávida y momentos después hizo la señal de la cruz. La sentencia se conocerá el próximo 18 de febrero y hasta entonces permanecerá detenida sin posibilidad de fianza. “Es la temporada navideña”, argumentó la defensa de Potter. “Ella es una católica devota, y no tiene sentido encarcelarla en este momento”. La juez Regina Chu desestimó el alegato y respondió que no podía tratar el caso de manera diferente a cualquier otro.

El juicio duró dos semanas y acabó con el testimonio de Potter confesando entre lágrimas que estaba “muy arrepentida” de lo sucedido. Ninguna de las dos partes puso en cuestión que la expolicía desenfundó por error su arma de fuego, pensando que era su pistola paralizante. El juicio se centró en si como profesional del servicio durante tantos años debería haber reconocido que tenía una pistola de metal más pesada en su mano, o si la situación había requerido que ella desenvainara algún arma. “Sacó un arma mortal, apuntó al pecho de Daunte Wright y disparó”, sostuvo la fiscal general adjunta Erin Eldridge durante los argumentos finales el lunes. “Esto no fue poco”, siguió, “fue una metedura de pata colosal, una metedura de pata de proporciones épicas”. Potter estaba entrenando a dos policías el pasado 11 de abril cuando detuvieron el coche de Wright por haber cometido supuestamente una infracción menor de tráfico. En la interacción con el joven afroamericano descubrieron que tenía una orden judicial pendiente por portar un arma sin los permisos. Los agentes intentaron arrestarlo, pero Wright, desarmado, se resistió y volvió a su vehículo. Potter le apuntó con una pistola y gritó tres veces “táser”, en referencia a la pistola paralizante. Sin embargo, la agente disparó con su pistola de fuego. “Mierda, acabo de dispararle”, se escucha decir a Potter en un vídeo grabado con la cámara que llevan los policías adosada a su uniforme. “Agarré la maldita pistola equivocada”, agrega.

El tiroteo ocurrió en un momento de mucha tensión entre la comunidad afroamericana y la policía en el Estado de Minnestoa, ya que el exagente de la ciudad de Minneapolis, Derek Chauvin, estaba siendo juzgado por el asesinato del afroamericano George Floyd. El 20 de abril fue condenado a 22 años y medio de cárcel.


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