Yurany Arciniegas Salamanca
Nicolas Sarkozy, que gobernó Francia entre 2007 y 2012, recibe la primera sentencia en su contra, en medio de varias investigaciones, todas relacionadas con corrupción.
Este 1 de marzo fue sentenciado a tres años de cárcel, dos de ellos en suspensión y uno en firme. Es decir que el acusado no puede interponer ningún recurso contra el dictamen. El exmandatario fue declarado culpable de intento de soborno y tráfico de influencias, por ofrecer un alto cargo a un juez, en Mónaco, a cambio de información privilegiada sobre una investigación por los fondos para su primera campaña presidencial.
“Los hechos no habrían ocurrido si un expresidente, así como un abogado, hubieran tenido en cuenta la magnitud, la responsabilidad y los deberes de su cargo“, dijo el fiscal Jean-Luc Blachon a la corte al finalizar el juicio, el pasado diciembre.
La parte acusadora pedía contra el exjefe de Estado una sentencia de cuatro años privado de su libertad y que cumpliera un mínimo de dos tras las rejas. Exigieron el mismo dictamen para los otros dos acusados: el abogado Thierry Herzog y el juez Gilbert Azibert.
El presunto intento de soborno contra Azibert
El caso se remonta a 2014, cuando supuestamente intentó sobornar, junto a su abogado Thierry Herzog, al magistrado Gilbert Azibert, entonces asesor principal en la corte de apelaciones del Tribunal Supremo de Francia.
Según la justicia francesa, ambos ofrecieron a Azibert un puesto en el Consejo de Estado de Mónaco, a cambio de información confidencial sobre una investigación contra Sarkozy, relacionada con las acusaciones de que, el entonces jefe de Estado, había aceptado pagos ilegales de la heredera de L’Oreal, Liliane Bettencourt, para su campaña presidencial de 2007.
De acuerdo con las autoridades, el hecho se descubrió a partir de unas escuchas telefónicas contra el entonces presidente.
“Le ayudaré, la haré ascender”, habría afirmado Sarkozy en uno de los diálogos, apuntaron las indagaciones.
Los investigadores acusaron a Sarkozy de “usar líneas telefónicas secretas” para encubrir su intento de entrometerse en las acciones de la justicia.
Pese a que habría existido tal ofrecimiento, la promesa a Azibert no se cumplió, de acuerdo con información de las autoridades de Mónaco. Motivo por el que tanto el exgobernante, como su abogado, alegaron que no cometieron el delito del que los acusan.
Sin embargo, la fiscal Celine Guillet dijo que se había establecido “con certeza” que el juez Azibert transmitió información confidencial sobre el caso Bettencourt a su amigo Herzog.
Otras investigaciones contra Sarkozy
Sarkozy fue absuelto de cualquier irregularidad en el asunto de Bettencourt. No obstante, aún enfrenta otras causas legales que lo han perseguido desde que dejó el poder.
También están las investigaciones de que habría recibido millones de euros del entonces dictador libio Moamer Kadhafi, para su campaña electoral de 2007.
En 2018, el exmandatario perdió una apelación contra la decisión de enviarlo a juicio por cargos de financiación ilegal de campañas por otro asunto llamado “caso Bygmalion”.
Se trata de la supuesta maniobra para ocultar los gastos reales de su fallida campaña presidencial con la que intentó reelegirse en 2012. Según la acusación, su partido político Unión por un Movimiento Popular (UMP), ahora llamado Les Républicains, se habría confabulado con la empresa de relaciones públicas Bygmalion para no revelar la verdadera suma empleada.
Presuntamente, la compañía aliada facturó los gastos al partido político de Sarkozy en vez de a la campaña para que su movimiento político pudiera gastar casi el doble de la cantidad permitida. Para lograrlo, el partido le habría pedido a la agencia de comunicaciones que emitiera facturas falsas y de esa manera cubrir el gasto excesivo.
El pasado enero, las autoridades abrieron una investigación más. Esta vez por el presunto tráfico de influencias de Sarkozy por actividades de asesoramiento en Rusia.
El sitio web de noticias Mediapart dijo que la investigación tenía como objetivo esclarecer un pago de la firma de seguros rusa Reso-Garantia de 3 millones de euros en 2019 en momentos en que Sarkozy trabajaba como asesor, después de dejar la Presidencia.
La larga lista de problemas legales de Sarkozy ayudó a hundir su candidatura en un intento por volver al Palacio del Elíseo, en las elecciones presidenciales de 2017.
Solo otro presidente francés, el mentor político de Sarkozy, Jacques Chirac, fue juzgado después de dejar el cargo, pero se le excusó de tener que asistir a su juicio por corrupción en 2011 debido a problemas de salud y recibió una sentencia suspendida de dos años por la creación de trabajos fantasmas en el ayuntamiento de París para financiar su partido cuando era alcalde.
France 24 con infomación de AFP y Reuters
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