El Tribunal Constitucional rechazó un recurso legal para detener el debate en el Congreso, pero admitió una demanda para definir si el Congreso se excedió en solicitar la vacancia del presidente por “incapacidad moral” para gobernar.
El Congreso peruano espera este viernes al presidente Martín Vizcarra o a su abogado para debatir un juicio político que podría sacarlo del poder, por “incapacidad moral”, algo que parece haber perdido fuerza y no alcanzaría los votos para destituirlo de su cargo.
Vizcarra, que acreditó a su abogado Roberto Pereira, debe formular sus descargos por acusaciones de manipular las declaraciones de cercanos colaboradores sobre la visita al Palacio de Gobierno de un cantante poco conocido, Richard Swing, investigado por el congreso y fiscalía por obtener contratos irregulares de asesoría con el Gobierno.
Hasta ahora, no está claro si Vizcarra irá al Congreso.
Según fuentes del Gobierno, tiene programado en las próximas horas viajar a la ciudad de Trujillo, en el norte del país, para inaugurar un hospital en momentos en que país lucha contra la pandemia.
El mandatario no ha declarado en las últimas horas sobre la presentación en el Congreso, pero en la inauguración de una obra pública el jueves en el norte de Perú dijo que el país no puede detenerse por razones políticas o debates estériles.
“No nos distraigamos en cosas secundarias, banales. Perú tiene tantos problemas para estar distrayéndonos en discusiones estériles”, afirmó Vizcarra a la televisión estatal.
En un hecho que ha sacudido la política local, el Congreso unicameral dominado por la oposición debe reunir al menos 87 votos de los 130 legisladores para destituir a Vizcarra, de 57 años, a casi 10 meses para que culmine su mandato.
El proceso de “vacancia presidencial” fue aprobado la semana pasada con 65 votos de miembros de partidos de derecha, centro, izquierda y grupos radicales, pero el plan se debilitó en los últimos días luego de que líderes políticos y eventuales candidatos presidenciales rechazaron la propuesta.
De acuerdo con la Constitución, si progresa la destitución, la presidencia será asumida por el jefe del Congreso, Manuel Merino, un empresario y poco conocido político de 59 años, a falta de la vicepresidenta, que renunció.
Vizcarra ha afirmado que la trama es un conspiración del Congreso, elegido en enero para completar el periodo legislativo hasta julio del 2021, luego de que el mismo Vizcarra disolvió el anterior Parlamento el año pasado en medio de una pugna con la oposición sobre sus reformas anticorrupción.
En la víspera, el Tribunal Constitucional rechazó un recurso legal para detener el debate en el Congreso, pero sí admitió una demanda para definir si el Congreso se excedió en solicitar la vacancia del presidente por “incapacidad moral” para gobernar, un proceso que demoraría hasta dos meses y medio.
Una encuesta de la firma Ipsos difundida esta semana reportó que un 79% de los peruanos prefiere que el centrista Vizcarra cumpla su mandato, mientras el país está a las puertas de unas elecciones que se realizarán el 11 de abril.
Perú, el segundo mayor productor mundial de cobre, es escenario habitual de turbulencias políticas. En cuatro años, se ha visto hasta tres intentos de destitución de un presidente en ejercicio.
Vizcarra, que no tiene una representación en el congreso, asumió la presidencia en marzo de 2018 tras la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski, quien fue acorralado por el congreso tras denuncias de corrupción en su contra.
(Rts)