A los inversores no les importa su producto. Realmente no.
Los inversores piensan mucho en una gran cantidad de cosas cuando consideran una inversión: ¿Qué tan grande es el mercado? ¿Qué tan bueno es el ajuste del mercado fundador? ¿Es a escala de riesgo?
Es natural que los fundadores vivan y respiren por sus clientes y productos, pero el pequeño y sucio secreto de la recaudación de fondos es que es muy poco probable que sus inversores se preocupen por su producto. Y tienen algunas razones legítimas para ser así.
A menudo veo fundadores centrados en productos que dedican mucho tiempo a hablar sobre la solución que están creando. Eso tiene sentido. En el contexto de la creación de un gran producto, los fundadores están creando un argumento de inversión que refleja su vida cotidiana. Dedicarán mucho tiempo a su producto: hablarán con los clientes, trabajarán con ingeniería y tratarán de rebanar el pastel de marketing de una manera que tenga sentido.
Entonces, cuando un fundador está hablando con sus inversores, claramente los inversores deberían preocuparse tanto como por el producto, ¿verdad?
Equivocado.
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