Hubo una época en la que la de Demi Moore y Bruce Willis era la familia mejor avenida de Hollywood. Durante los casi tres lustros que estuvieron juntos lograron formar una de las familias más respetadas del panorama cinematográfico y social. Pero lo más llamativo es que,
Moore y Willis comenzaron a salir en 1987, poco después de conocerse en un estreno, y se casaron pocos meses después, en noviembre de ese año, en Las Vegas; un mes después, su productora les organizó una gran boda en uno de los estudios de la compañía. Según ha contado Moore en alguna ocasión, se quedó embarazada en esa primera noche de bodas en Las Vegas. De ahí nació su primera hija, Rumer (1988) y después llegaron otras dos más, Scout (1991) y Tallulah (1994). El matrimonio duró algo más de una década, porque anunciaron su separación en 1998 y finalmente se divorciaron en primavera del año 2000. Después, ella volvió a casarse con Ashton Kutcher, con quien estuvo casada entre 2005 y 2011. Willis también se volvió a casar, con la modelo Emma Heming, y tienen dos hijas en común.
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Pese a que sus hijas son adultas y a que ya ha pasado mucho tiempo desde su boda y su divorcio —o precisamente por eso— la expareja de actores siguen manteniendo el cariño y la complicidad. Lo demuestran con frecuencia y con naturalidad, y han vuelto a hacerlo estos días en sus redes sociales. En su perfil de Instagram, con 2,7 millones de seguidores, Demi Moore ha querido felicitar a su exmarido por su cumpleaños, el pasado sábado, cuando alcanzaba los 67 años. “¡Feliz cumpleaños, Bruce! Agradecida por nuestra familia, tan mezclada”, escribía la protagonista de La teniente O’Neil, junto a una fotografía de los dos juntos y sonrientes en una cocina junto a una bandeja de setas.
No es la primera vez que Moore presume de la familia que ha creado junto a Willis. Resulta habitual verles juntos en vacaciones de verano, fiestas de Navidad y cumpleaños. La actriz y sus hijas, muy activas en las redes sociales, cuelgan las imágenes de la familia junta, a menudo junto a Heming y las dos hijas del actor, Mabel, ha punto de cumplir 10 años, y Evelyn, que en mayo llegará a los ocho.
El pasado verano, sin ir más lejos, la pareja celebró junta el 30º cumpleaños de su hija mediana, Scott. Además, Moore suele felicitar a Willis por el día del padre (que en EE UU se celebra en junio) con alguna foto antigua de la familia. “Estamos muy felices de tenerte”, le escribió el año pasado. La familia posó unida, por ejemplo, en 2015, cuando su hija Rumer se estrenó en el teatro, con un papel en el musical Chicago.
Sin embargo, su relación no siempre fue idílica; de hecho, como es bien sabido acabó en divorcio. Moore contó en su libro de memorias, titulado Inside Out y publicado hace un par de años, que cuando se casaron y sobre todo cuando tuvieron a su hija mayor, Willis le exigió que dejara su carrera en un segundo lugar para centrarse en su familia.
Pero en general su marido sale bien parado, en su vida y en sus memorias. Demi Moore sufrió adicción al alcohol en los ochenta y se desintoxicó, pero volvió a tener una recaída años después y fueron él y sus hijas quienes la ayudaron a salir del bache. “Me dieron la oportunidad de redirigir el curso de mi vida antes de que destruyera todo. Claramente ellos vieron más de mí que yo misma. Y estoy muy agradecida porque sin esa oportunidad, sin su confianza en mí, hoy no estaría aquí”, ha llegado a asegurar. Tal es el cariño que se profesan que él acudió a la presentación del libro en Los Ángeles, California, en septiembre de 2019.