Entre marzo y junio, más de 500 niñas, niños y adolescentes fueron víctimas de violencia sexual mientras se resguardaban en casa por la pandemia, reporta la Red Nacional de Refugios.
A cuatro meses del inicio del confinamiento por el Covid-19, la violencia contra las mujeres, niñas y niños continúa en aumento, pues de marzo a junio la Red Nacional de Refugios (RNR) ha brindado acompañamiento, atención integral y protección a 21 mil 74 personas.
En comparación con el mismo periodo del 2019, la cifra representa un incremento del 71% de personas atendidas a través de los Refugios integrantes, Centros de Atención Externa, líneas telefónicas y diversas redes sociales.
“Ante estos datos, que siguen demostrando el incremento de las violencias familiares y de género contra mujeres, niñas y niños, hacemos un llamado urgente al Gobierno mexicano para que presente una estrategia para prevenir, atender, eliminar y sancionar las violencias contra las mujeres, que contemple acciones puntuales, intersectoriales y presupuestarias por encima de la austeridad republicana para atender los impactos y secuelas que el Covid-19 ha dejado y seguirá dejando en la vida de todas las mujeres mexicanas”, señala el organismo en un comunicado difundido este jueves.
La doble pandemia
La pandemia evidenció y profundizó las diversas desigualdades que viven y afectan a todas las mujeres en México.
El RNR ha proporcionado orientación y atención en sus líneas telefónicas y redes sociales a 6 mil 475 personas, de las cuales el 73.63% son mujeres, el 16.13% instancias de gobierno y el 10.24% hombres, representando un incremento del 55% en comparación del mismo periodo del año pasado.
“Las mujeres en México estamos enfrentando dos pandemias: el Covid-19 y las violencias familiares que se han incrementado y lo siguen haciendo durante la etapa de confinamiento, demostrando que el machismo, la misoginia y las violaciones a derechos humanos no están en cuarentena”.
A partir de que se declaró la contingencia sanitaria y desde que lanzó en marzo la Campaña Aislamiento Sin Violencia, ¡No Estás Sola!, la Red Nacional de Refugios ha informado mensualmente el incremento en las atenciones y orientaciones brindadas.
Las llamadas y mensajes de orientación y apoyo han sido de las 32 entidades de la República Mexicana, pero el 46% son de la Ciudad de México y el Estado de México, seguidos del 29% conformado por Chiapas, Coahuila, Hidalgo, Michoacán, Morelos, Puebla, Sinaloa, Guanajuato y Veracruz.
“Lo que muestra que los alcances de las violencias no respetan límites territoriales, el machismo nos atraviesa a todas”, señala la red.
Durante este mismo periodo, el organismo ha realizado 23 rescates a nivel nacional de mujeres y sus hijas e hijos, que tuvieron que salir huyendo de su casa en medio de la contingencia por la situación de riesgo que enfrentaban.
De las familias rescatadas fueron 7 en la Ciudad de México, 5 en el Estado de México, 6 en Morelos, Puebla y Chiapas (2 en cada entidad) y 5 en Nayarit, Guanajuato, Guerrero, Quintana Roo e Hidalgo (1 en cada entidad), esto independientemente de las referencias a los espacios de protección y los ingresos a Refugios.
Pese a la falta de presupuesto para cubrir los gastos emergentes que conlleva la pandemia y las estrategias que deben implementar pre y post refugio, tanto para mitigar el riesgo del contagio como para promover el ejercicio de la ciudadanía de las mujeres que egresan de los refugios en medio de una pandemia, que las afecta diferencialmente por razones de género, los 69 espacios de prevención, atención y protección integrantes de la red han continuado de forma ininterrumpida, apoyando a familias a restituir sus derechos, prestando servicios especializados con perspectiva de género, derechos humanos y multiculturalidad. Atendiendo de marzo a junio a 14 mil 599 mujeres con sus hijas e hijos, lo que representa un incremento del 81% de mujeres, niñas, niños y adolescentes atendidos respecto al mismo periodo en 2019.
“Las violencias en los hogares durante el confinamiento son una problemática que afecta y transgrede también a la población infantil, muestra clara es que el 46 por ciento de las hijas e hijos de las mujeres que pidieron apoyo a la red fueron víctimas de violencia en sus casas durante el confinamiento”, señala el reporte.
📣Tenemos derechos y NO vamos a renunciar a ellos
Más de 1000 activistas, feministas y ciudadanas se han sumado a la petición de la Red @TenemosDatos a la @MX_Diputados para garantizar los recursos destinados a la igualdad, entre ellos el de @inmujeres
👉https://t.co/fohZ4QywfB pic.twitter.com/tVjqVomu6F— Red Nacional de Refugios, AC (@RNRoficial) July 21, 2020
Además, el 8%, que representa a más de 500 niñas, niños y adolescentes que ingresaron a refugios, fue víctima de violencia sexual en casa, mientras se resguardaba del Covid-19, lo que nuevamente evidencia que no todas las familias mexicanas son espacios de fraternidad y que las casas para muchas mujeres e infantes no son un espacio seguro.
Entre los tipos de violencias perpetradas en este periodo reportado, destaca que el 41.15% de las mujeres refirió violencia física; 23.29%, emocional; 5.46%, económica y patrimonial, y 3.63%, sexual.
Un dato que sobresale es que en junio hubo un incremento del 2% en las mujeres que fueron víctimas de intento de feminicidio, así como un aumento del 9% en las que refirieron ser víctimas de todas las formas de violencia (física, sexual, emocional, patrimonial y económica).
En mayo y junio, señala, han observado un fenómeno relevante, aunque existe un incremento del 52% en mayo y del 2% en junio en los mensajes y llamadas de auxilio, apoyo y orientación a la RNR en relación con los mismos meses del año anterior, hay una disminución del 34%, en las llamadas y mensajes recibidos en comparación a los dos primeros meses de la cuarentena (marzo y abril).
“Sin embargo, esto no es reflejo de una baja en las violencias familiares, al contrario, como lo hemos venido evidenciando y documentando, mientras más se alargue la etapa de confinamiento, la vida de las mujeres y, en su caso, la de sus hijas e hijos se encontrará en mayor riesgo, debido a que cada día se ven mayormente imposibilitadas a comunicarse y pedir auxilio al cohabitar con su agresor”, explica.
“Diversas mujeres han mencionado que sus agresores les controlan los celulares y equipos de cómputo, aislándolas de redes de apoyo y limitando sus opciones de pedir ayuda”.
Esto representa un foco rojo, por lo que el organismo hace un llamado al estado mexicano y todas sus instancias en las 32 entidades federativas para que implementen acciones integrales, intersectoriales y con enfoque de género y derechos humanos, que garanticen el bienestar y la seguridad de las mujeres, niñas, niños y adolescentes en riesgo dentro del hogar.
Ante este aislamiento y control por parte de los agresores, se incrementaron en junio las llamadas y mensajes por parte de las redes de apoyo de las mujeres, de un 19% a un 31% del total de solicitudes, lo que significa que 3 de cada 10 solicitudes de auxilio fueron realizadas por amistades, familiares y personas cercanas a la mujer en situación de violencias.
Pese a que se han declarado algunos servicios como esenciales durante la pandemia por Covid-19, no todas las instancias gubernamentales están operando al 100%, por lo que 2 de cada 10 mujeres que solicitaron apoyo a la red refirieron haber acudido antes a otra instancia estatal o municipal sin recibir la ayuda esperada.
De igual forma, el 4% de las mujeres que ingresaron al refugio dijeron haber sido informadas en instancias gubernamentales que los refugios no estaban operando ante la contingencia, logrando posteriormente llamar a la línea de la RNR a través de la cual fueron referidas.
Lo anterior refleja no sólo que algunas instancias gubernamentales están rebasadas sino también la incapacidad de los servidores públicos para atender los casos.
Por último, la red urgió a emprender acciones intersectoriales e interinstitucionales que garanticen en la realidad concreta desarrollo igualitario, disfrutando de una vida libre de violencias para todas las mujeres, sin prejuicios, discriminación o exclusión.