En el marco de las celebraciones de Semana Santa, integrantes de la parroquia de Chenalhó hicieron un recuento de la situación de violencia que viven, con mayor intensidad en meses recientes; destacan el miedo que hay entre la población de este municipio ubicado en la zona Altos de Chiapas, por quedar en el fuego cruzado o ser confundido por grupos armados, y por ser obligados a participar en reuniones de de candidatos a puestos de elección popular. Consideran que no hay condiciones para que se celebren las elecciones del 2 de julio.
En el pronunciamiento que leyeron luego de tener una celebración religiosa, destacaron que la población es convocada a reuniones organizadas por autoridades municipales para tratar el tema de las elecciones. Si se niegan a acudir reciben multas, además que en estas reuniones llegaron personas armadas.
“En estos tiempos difíciles se añaden las campañas que violentan nuestros derechos político-electorales, obligándolos a participar”.
Muchos van obligados por el comité a las reuniones, aunque no pertenezcan a ningún partido, preocupados por el cobro de multas injustas y sin razón. Algunos han observado personas armadas. Estas situaciones, evidencian que no existen condiciones para que haya elecciones, y que, si insisten en llevarlas a cabo, terminaran bañadas en sangre”.
En Chenalhó se han incrementado las agresiones por parte de grupos armados que tienen presencia en este municipio y en el vecino Pantelhó, quienes se han enfrentado y asesinado a también a menores de edad, provocando el desplazamiento de decenas de familias.
“Actualmente parece que el condenado a muerte es el pueblo, que sufre el terror de la violencia, del miedo que se ha apoderado de la mayoría de las comunidades, miedo de salir a trabajar y ser confundidos; miedo a los disparos, a los enfrentamientos entre grupos armados, a las bombas, a los carros quemados y miedo a las extorsiones. Vemos aparecer y patrullar a personas desconocidas en nuestras comunidades, también hemos visto, bloqueos, retenes, heridos, desplazados y muertos”, explicaron.
Consideran que esta situación “es el resultado de la corrupción y complicidad de las autoridades que nos gobiernan, porque no reciben atención, menos respuestas. Las autoridades federales, estatales y municipales encargados de protegernos son insensibles, al sufrimiento del pueblo, que sufre, condenado a correr el riesgo de perder la vida en un fuego cruzado”.
Exigen que el gobierno federal “reconozca la violencia generada por el crimen organizado en el estado en general y particularmente en las comunidades más violentadas”, que garanticen el derecho a la vida, se respete su derecho a la libre determinación de sus autoridades, que no use los medios de comunicación para ocultar la violencia que se vive en el estado.
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