Deportividad ante todo

El Athletic volvió a verse las caras con su verdugo en la Copa. Marcelino llegaba a Anoeta con un bagaje de una derrota en un enfrentamiento como técnico rojiblanco ante Imanol: la final de Copa del pasado sábado. Al míster txuri urdin tampoco se le había dado nada mal con Gaizka Garitano: tres triunfos de cuatro derbis. La última victoria rojiblanca en feudo donostiarra, de hecho, se remontaba a la campaña 2016-17 con Eusebio en el banquillo local y Valverde en el bilbaíno (1-3).

El gol de Villalibre muy cerca del final de este derbi parecía poner fin a esta racha de derrotas bilbaínas ante el conjunto txuri urdin. Nada más lejos de la realidad. Unai Simón, en una acción que todavía cuesta entender y asimilar, no pudo sacar un balón envenenado lateral de Roberto López al filo del minuto 90. El empate a uno que tan poco gusta al entrenador del Athletic volvió a subir al marcador sin que hubiera ya tiempo para tratar de modificarlo.

Otro de los temas que más morbo suscitaban en las horas previas a este choque en feudo guipuzcoano radicaba en saber qué iban hacer los rojiblancos en los prolegómenos del choque El recibimiento de los leones a la Real, en cualquier caso, ya lo había adelantado Marcelino en la víspera del partido, pero así y todo algunos seguían mostrándose escépticos al respecto. Hubo pasillo al campeón, como tiene que ser.

A los leones, por cierto, también les dedicaron su propio pasillo, con música y todo, a la salida de su hotel de concentración en Donostia. Allí, unos ingeniosos aficionados del equipo txuri urdin, tuvieron la misma idea que otros no menos ocurrentes seguidores rojiblancos meses atrás en Ibaigane. Y hasta ahí hay que leer porque lo único que persiguen estos turutas es tener publicidad gratis. ¡Qué nivel!

Hubo, volviendo a lo realmente importante de lo que se suele llamar el otro fútbol, más detalles de deportividad por parte del Athletic. Raúl García, por ejemplo, tiró el balón fuera en pleno contraataque rojiblanco para que fuera asistido Aihen, que tuvo que ser cambiado acto seguido por lesión. Imanol tampoco se quedó atrás en su sana forma de entender este tipo de enfrentamientos, puesto que tuvo a bien aplaudir a Yuri cuando tenía que abandonar el campo al ser sustituido tras sufrir un pinchazo muscular.


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