La firma del T-MEC podrá reducir la incertidumbre para la economía mexicana, pero el posible retorno de los trabajos manufactureros podría representar un riesgo para México.
La desaceleración registrada en los últimos meses en la industria manufacturera estadounidense podría impactar en las expectativas de crecimiento que el gobierno mexicano tiene en materia económica, tras las promulgación del Tratado entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC) en la nación norteamericana, sostuvo Félix Boni, director general de Análisis de HR Ratings.
En entrevista para Aristegui en Vivo, Boni explicó que la firma este miércoles del convenio comercial por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, podría reducir la incertidumbre ante las amenazas previamente lanzadas por el mandatario estadounidense contra México.
“En el corto plazo hay que ver cuál es el efecto de una posible desaceleración en la economía americana, por lo menos para lo que refiere a este año en términos de nuestra tasa de crecimiento”.
Boni explicó que desde hace varios meses se ha registrado una pronunciada caída en la actividad manufacturera de Estados Unidos, que podría afectar de manera directa a México.
“Hay que ver hasta qué punto esto puede seguir continuando, y hasta qué punto esto pudiera impedir cierto repunte en la economía mexicana este año”.
Boni dijo no creer que sea una coincidencia que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) haya reportado esta mañana una caída del 0.1 por ciento en el Producto Interno Bruto de México en 2019, con respecto al año previo, dada la interrelación que tiene con la economía estadounidense.
Una de las advertencias específicas que lanzó respecto a la firma del T-MEC se refiere a la intención de Trump de atraer a su país los trabajos de manufactura que se habían perdido con la implementación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Para México, podría representar una disminución de la producción manufacturera, de manera particular en la industria automotriz. Pero también podría impactar a Estados Unidos, ya que fabricar automóviles pagando salarios mínimos de 16 dólares la hora, inevitablemente incrementaría los costos de producción y venta final.
“Esto también harían más competitivos los autos fabricados fuera de la región de Norteamérica”, advirtió Félix Boni.