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Descalificaciones del embajador de México ante el Vaticano, sin fundamentos: INE

Responde el INE a un tuit del embajador Alberto Barranco sobre que la institución estaba “chillando” por el “recorte” a su presupuesto 2020.

El consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, señaló que las desacreditaciones expresadas por el embajador de México ante el Vaticano, Alberto Barranco, son valoraciones alejadas de la realidad y sin fundamento.

El pasado 22 de noviembre, el embajador escribió en su cuenta de Twitter que el INE estaba “chillando otra vez” por el “supuesto recorte” presupuestal que realizó la Cámara de Diputados en el Presupuesto de Egresos 2020, “a soslayo del repudio público por su trabajo parcial, sesgado y mediocre”.

Lorenzo Córdova difundió este miércoles una carta en la misma red social, donde refuta al embajador y le señala que las redes sociales de los funcionarios deben “manejarse con la mayor de las responsabilidades”.

Le recordó al embajador que el INE es una institución garante de los derechos y libertades políticas de los mexicanos; una “institución fundamental para nuestro país y que cuenta, como sabe, desde hace muchos años, con un amplio reconocimiento internacional”. La mejor prueba, añadió, es la elección federal de 2018.

“Resulta inquietante que un alto funcionario de la Secretaría de Relaciones Exteriores y representante diplomático de nuestro país, obligado a conducirse con apego a lo establecido en la legislación aplicable, se exprese con descalificaciones, valoraciones alejadas de la realidad y sin fundamento sobre el funcionamiento de otra institución del Estado mexicano”.

“Estoy convencido de que las redes sociales digitales de las y los funcionarios públicos son una herramienta fundamental para nuestra democracia, incluso cuando en ellas se señala que las opiniones vertidas son estrictamente personales, al garantizar el derecho a la información de la ciudadanía. De hecho, la Suprema Corte de Justicia de la Nación se ha pronunciado sobre la imposibilidad que tienen las y los funcionarios públicos de bloquear el intercambio de ideas con la ciudadanía, pues las redes sociales se convierten en un servicio público y una más de las responsabilidades en el ejercicio del cargo. Por ello es que la información que se publica en éstas debe manejarse con la mayor de las responsabilidades y con altura de miras”.




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