El presidente consideró que esta actividad llevada a cabo en la administración pasada de CDMX no era novedad, pues en la oposición siempre fueron espiados, por muchísimos años.
Tras divulgarse en un reportaje que durante el gobierno de Miguel Ángel Mancera, un edificio del centro de la Ciudad de México funcionó como un centro de espionaje, el presidente Andrés Manuel López Obrador descartó presentar una denuncia al respecto.
“No, tendría yo que pasármela en el Ministerio Público”, expresó
De acuerdo con una investigación de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), dicho espacio servía para monitorear a ciudadanos, funcionarios y políticos, entre ellos al hoy mandatario federal y a la actual jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum.
“La verdad no es novedad. Nosotros en la oposición siempre fuimos espiados muchísimos años. Cuando me dieron una copia de mi expediente encontré una carta firmada, me espiaba Miguel Nazar Haro, era el encargado de la persecución a opositores en los momentos de más autoritarismo en México.
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Ya falleció, pero este informe de Nazar Haro sobre mi persona que me acusaba, así como los de Frena, de ser comunista. Fue en 1979, yo era director del Instituto Nacional Indigenista, trabajaba en la zona indígena chontal, con los pobres, que además me llena de orgullo, y para ellos eso era comunismo”, dijo en la conferencia matutina.
Refirió que gracias a esta experiencia ha aprendido a que los teléfonos celulares son micrófonos y que las pláticas se pueden sonorizar.
López Obrador afirmó que todo ese espionaje ya no existe en su administración.
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“El que nada debe nada teme, si tiene la conciencia tranquila, pues no hay problema. Antes era muy burdo lo del espionaje, hasta se escuchaba la grabadora o máquina de escribir donde estaban pasando el reporte. Ahora, es más sofisticado y lo llevan a la práctica quienes no tienen escrúpulos”, subrayó.