Desconcierto total de los padres ante la vuelta al colegio


La preocupación por la vuelta al colegio crece en toda España en paralelo al aumento de los contagios por coronavirus. Los datos que se van conociendo han llevado a varias autonomías a anunciar un endurecimiento de sus normas. Los sindicatos de profesores no descartan la convocatoria de huelgas en más comunidades, además de Madrid, ante lo que consideran una deficiente organización escolar en buena parte de los territorios. Y las familias manifiestan su miedo a que la falta de medidas de seguridad desemboque en una nueva interrupción de las clases presenciales. Todo ello cuando apenas faltan dos semanas para el inicio de las clases.

Galicia y Cataluña, cuyas normativas son las más laxas en cuanto a las mascarillas, han anunciado (el presidente gallego, Alberto Núñez Feijoó lo hizo el miércoles) que harán su uso más estricto. Murcia ha adelantado que en Infantil y Primaria la docencia no será 100% presencial. El consejero de Educación de Madrid, Enrique Ossorio, ha admitido que aunque su idea era que todos los alumnos volvieran a los centros, la evolución de la epidemia obligará a “reajustar los escenarios” y optar por una vía semipresencial. El vicepresidente de su propio Ejecutivo, Ignacio Aguado, le ha contradicho. Pero en la mayoría de los territorios se abre como opción más probable una fórmula mixta, con una parte de la docencia presencial y otra a distancia a partir de segundo o tercero de la ESO.

El Gobierno ha convocado el 27 de agosto una reunión mixta de los ministros y consejeros de Educación y Sanidad para abordar el inicio del curso. El coordinador de emergencias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, ha afirmado que el Gobierno podría intentar unificar el uso de la mascarilla en los centros escolares de toda España a partir de los seis años, pero, según ha dicho, no hay nada decidido.

Aunque la competencia de organización escolar es autonómica, el líder del PP, Pablo Casado, ha acusado al Gobierno de ser responsable de que “ninguna familia española” sepa “qué va a ser de sus hijos en el inicio del curso”. El Ministerio de Educación ha respondido que lleva trabajando “desde el inicio de la pandemia con las comunidades autónomas para garantizar la continuidad de la educación”.

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Madrid y alguna otra comunidad del PP han reclamado esta semana que el Gobierno apruebe un “protocolo único” sanitario para toda España. Fuentes educativas socialistas consideran que se trata de un planteamiento “demagógico”, porque la competencia es de las autonomías (solo ellas pueden aprobar las normas de organización escolar). Y porque además los ministerios de Educación y de Sanidad ya presentaron en junio un protocolo sanitario de referencia, que ha servido de base para los que han aprobado las comunidades.

Pacto para el nuevo curso

Ese protocolo de referencia, al que cada territorio ha añadido o quitado lo que ha considerado oportuno, fue flexibilizado por el Gobierno, a petición de las autonomías, para que los llamados grupos burbuja o de convivencia estable (cuyos alumnos no se mezclan con los de otras clases y pueden prescindir de la mascarilla y de la distancia interpersonal) pudieran tener hasta 25 alumnos en infantil y primaria, en lugar de 20 como había propuesto inicialmente el Ejecutivo. El 11 de junio el Ministerio de Educación alcanzó con las comunidades un acuerdo sobre los elementos básicos del nuevo curso, que solo se negaron a suscribir el País Vasco (al considerar que implicaba una cesión de competencias) y Madrid (que manifestó su rechazo a la forma en que el Gobierno estaba dirigiendo el desenlace del curso).

Aunque los protocolos tienen diferencias, en general las comunidades prevén una vuelta a las aulas completamente presencial en Infantil y Primaria, y mixta (presencial y a distancia) para los mayores, sobre todo a partir de segundo o tercero de la ESO.

Pese a ello, el secretario de Enseñanza de CC OO, Francisco García, considera que sobre el curso pesa una “grandísima imprevisión”. “En la mayor parte de las comunidades autónomas, con excepciones como la valenciana, parece que la idea es volver a la vieja normalidad del curso pasado. No ha habido suficientes desdobles ni contratación de personal. Parece que algunos están jugando a dejarlo todo como está y, si las cosas van mal, volver a cerrar los centros. Los profesores queremos volver a la presencialidad, porque es fundamental para que no sigan aumentando las desigualdades, pero queremos que sea un regreso seguro”. García no ha descartado que puedan convocarse nuevas huelgas en otras comunidades. Tampoco lo ha hecho Maribel Loranca, responsable de Educación en UGT: “Estamos a la espera de ver cómo terminan siendo las cosas después de que los ministerios y las comunidades se reúnan la semana que viene, pero no descartamos que en algunos lugares haya movilizaciones”.

Lidón Gasull, directora de la principal federación de Ampas de Cataluña, Fapac, ha expresado la inquietud de las familias. “Seguimos preocupados porque no hemos visto cambios estructurales en el sistema educativo que puedan garantizar la presencialidad en todas las etapas. Lo que venimos reclamando desde antes del verano es una reducción del número de alumnos por aula. La habilitación de nuevos espacios con acuerdos con municipios allí donde los centros escolares no son suficientes. Y una modificación en el proyecto didáctico para que haya más actividades al aire libre”.

Endurecimiento

Las autonomías han venido insistiendo en que sus protocolos están “abiertos” para ser adaptados al contexto sanitario. Y los malos datos de la evolución de la epidemia han llevado a varias comunidades a replantearse cambios. Galicia, cuyo protocolo prevé que los alumnos puedan estar en clase sin mascarilla cuando estén sentados a un metro de distancia (en lugar de un metro y medio, como es la norma general), ha dicho que quiere que todos los estudiantes, desde los seis años, la lleven todo el tiempo que estén en el centro.

El consejero de Educación catalán, Josep Bargalló, que ha diseñado un sistema único de grupos de convivencia estables para todas las etapas educativas (hasta Bachillerato y FP) con hasta 30 alumnos por clase, y ha reducido al mínimo el uso de la mascarilla (básicamente solo debe utilizarse en los pasillos y otros espacios comunes cuando no esté garantizada la distancia), ha afirmado este jueves que su uso será probablemente más estricto “en algunos territorios”.

Murcia ha sido la primera comunidad en anunciar que tampoco los alumnos de infantil y primaria tendrán garantizada una asistencia 100% presencial a clase durante el nuevo curso. Los chavales de estas etapas irán al centro cuatro días a la semana si en sus clases hay más de 20 alumnos.

Fe de errores

En una versión anterior de este artículo se afirmaba que Madrid no contaba con un protocolo de medidas higiénico sanitarias para la vuelta al colegio, cuando la comunidad sí elaboró el 9 de julio unas instrucciones de prevención e higiene frente a la covid.

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