Descubre cómo se hace y de dónde se obtiene el azúcar

Un alimento indispensable durante décadas y décadas en buena parte del mundo, el azúcar ha visto cómo su reputación se puso en juego durante los últimos años, mismo período en el que han aparecido innumerables alternativas que prometen sus beneficios, pero sin perjuicios. Te desvelamos cómo se hace y de dónde se obtiene.

No obstante, la evidencia científica ha demostrado en más de una oportunidad que la sacarosa, de por sí, no engorda más que muchos otros alimentos considerados “saludables” y que, incluso, debería ser incorporada a cualquier régimen equilibrado, siempre en cantidades módicas.

Más allá de eso, y como para profundizar un poco los conocimientos que tenemos al respecto, a continuación intentaremos dilucidar cómo se hace el azúcar y de dónde se obtiene.

De acuerdo a la mayoría de los historiadores, las primeras menciones que se hacen del azúcar son de hace unos 5.000 años, cuando se ha comprobado que ciertas civilizaciones africanas ya extraían el producto de la caña de azúcar. Una costumbre que se fue desplazando con el paso de los siglos, al punto de llegar, no mucho más tarde, también a los árabes y, con ellos, a Europa.

¿De dónde se obtiene el azúcar?

El azúcar se obtiene, a día de hoy, tanto de la caña de azúcar como de la raíz de la remolacha, siendo más frecuente en el país la segunda opción, por las condiciones climatológicas imperantes.

Sobre el proceso de elaboración, y centrándonos en la raíz de la remolacha, consta de estos pasos:

  • Se cultiva la remolacha entre otoño y comienzos del invierno
  • Una vez cosechadas, se limpian a fondo para quitar la suciedad
  • Se corta la planta en trozos, llamados cosetas, para extraer azúcar
  • El uso de un difusor permite convertir el agua en una solución dulce
  • Luego se prensa la pulpa, y el agua resultante se agrega a esa solución
  • El zumo obtenido pasa por la carbonatación, logrando un licor de azúcar
  • Ese jarabe se hierve, y al evaporarse el agua, quedan los cristales de azúcar
  • En última instancia, los cristales son secados con aire, para el almacenamiento

Como se puede ver, se trata de un procedimiento sin importantes intervenciones de químicos ni nada por el estilo, y eso explica por qué consumir sacarosa de forma regular, sin exagerar, es una práctica sin grandes contraindicaciones. Por otro lado, incurrir en una ingesta desproporcionada de azúcar sí está relacionado con la obesidad, la diabetes y hasta las caries en los dientes.

 


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