Está generalizada la creencia de que la peor carne es la roja, pues genera más colesterol que la carne blanca, pero aparentemente, las últimas investigaciones al respecto arrojaron datos concluyentes en otro sentido.
Se pensaba que las carnes rojas tenían peor efecto sobre los niveles de colesterol que las carnes de aves. Pero fueron sorprendentes los resultados que determinaron que los efectos sobre el colesterol son idénticos cuando los niveles de grasa saturada son equivalentes, afirmó Ronald Krauss, autor principal del estudio de referencia.
Descubre cuál es la peor carne para el colesterol, ¿blanca o roja?
Los resultados a los que llegó Ronald Krauss son determinantes y dan nuevas pautas para que se restrinja el consumo de carne por completo, cualquiera que sea su origen, para disminuir sustancialmente los niveles altos de colesterol.
El consumo de las carnes rojas se ha visto disminuido durante las últimas décadas gracias a que se ha confirmado su asociación con el aumento de las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.
La peor carne no es la roja, sino la que contiene menos grasa saturada, incluida la carne de aves.
Los experimentos realizados demuestran que tanto las carnes rojas como las carnes blancas son altamente perjudiciales e inciden directamente en los índices de colesterol de nuestro organismo.
La mayoría de los tipos de carne tienen aproximadamente unos 70 mg. de colesterol por porción. La piel de las aves de corral tiene una gran cantidad de colesterol y la mayor parte de los órganos de los animales como el hígado, los riñones o el cerebro, son altos en colesterol. En el pato y en el ganso el índice de grasa asociada con colesterol es particularmente alto.
El colesterol se acumula en el torrente sanguíneo y puede llegar a ocasionar un ataque cardíaco o algún accidente cerebrovascular. El colesterol en sangre, además, puede inducir a bloqueos en los vasos sanguíneos.
Si se observa un alto nivel de colesterol en la sangre se le denomina hipercolesterolemia y sufrir esta condición puede llevar a tener problemas médicos graves, incluso puede ocasionar la muerte.
La alternativa son los productos lácteos bajos en grasa y seleccionar la carne más magra posible, evitando la peor carne, de cualquier tipo, alta en grasas saturadas.
Las proteínas de las plantas, asegura Krauss, son mucho más saludables para controlar esos parámetros. El consumo de verduras como la berenjena y las setas, ayudan a eliminar el colesterol en sangre.
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