Quizás el género del terror sea el único (o de los pocos) en los que el espacio donde se desarrolla la historia sea crucial para definir su complejidad o naturaleza. A veces, un bosque, un solitario lago o una cabaña en ruinas cumplen los requisitos mínimos para aterrorizarnos, pero eso es algo que también puede ser provocado por introducir elementos extraños en lugares aparentemente seguros como una idílica urbanización de vecinos o en un centro comercial. Aprovechando que dentro de apenas tres días estaremos a las puertas del día de los muertos, repasamos dónde se han rodado algunas de las películas más terroríficas de Halloween:
‘Los Otros’ (2001)
A pesar de que la galardonada película de Alejandro Amenábar esté ambientada en Inglaterra, en realidad este terrorífico drama e rodó en Cantabria, concretamente en el pequeño pueblo de Las Fraguas, una localidad que por aquel entonces tenía alrededor de poco más de 120 habitantes. El cineasta de origen chileno escogió el Palacio de los Hornillos, lugar que fue residencia de Alfonso XIII. Fue en esa casa donde el personaje de Nicole Kidman descubrió su aterradora verdad, brindándonos una de las películas más terroríficas que nos ha brindado el cine patrio.
‘El orfanato’ (2007)
Sin alejarnos demasiado, ni temática ni geográficamente, nos trasladamos ahora a Asturias. En Llanes, el Palacio de Partarriu fue el lugar escogido por Juan Antonio Bayona para su filme protagonizado por Belén Rueda.
‘El secreto de Marrowbone’ (2017)
Asturias y el norte de España por lo visto, es el lugar perfecto para rodar películas de miedo. El secreto de Marrowbone está lleno de estrellas internacionales como Anya Taylor-Joy (Gambito de dama), George Mackay (1917) y Charlie Heaton (Stranger Things), pero está rodado bajo una producción española dirigida por el asturiano Sergio Gutiérrez Sánchez. Se filmó principalmente en el Palacio de Arango, la Fábrica de Armas de la Vega en Oviedo y en la Paya de Xagó en Gozón. Contrariamente, la historia está ambientada en la costa este de Estados Unidos.
‘El laberinto del fauno’ (2006)
El cuento gótico con el que Guillermo del Toro encandiló a la crítica se ubicaba narrativamente en la posguerra española. El cineasta mexicano rodó en El Espinar, una comunidad segoviana. Eso sí, la trama se concentra en el Pirineo Aragonés y desgraciadamente la mayor parte de sus decorados se retiraron una vez finalizó la producción. El laberinto del fauno se llevó siete premios Goya, tres Oscar y tres BAFTA de la Academia de Cine británica.
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