En el mundo existen muchas culturas diferentes que tienen sus propias características físicas. En la cultura oriental, un rasgo físico predominante son los ojos rasgados que forman parte de la fisionomía de cientos de millones de personas localizadas, mayoritariamente, en Asia.
Este rasgo físico se ha estudiado de diferentes maneras y se ha intentado dar respuesta de cómo han llegado estas poblaciones a tener un rasgo tan característico y propio en la cara. La ciencia ha demostrado en varias ocasiones que la morfología ósea ocular es exactamente la misma entre occidentales y orientales.
Entonces, ¿por qué los ojos son diferentes entre unas zonas y otras? Según investigaciones realizadas a lo largo de los últimos años, esta diferencia de ojos rasgados se da por una arruga que se encuentra en el párpado superior que cubre la esquina interna del ojo.
Estos mismos estudios aseguran que todas las personas nacemos con este pliegue, pero los occidentales lo pierden a las pocas semanas del nacimiento.
¿Por qué los asiáticos tienen ojos rasgados?
Atendiendo a estos estudios, ¿por qué en Asia y determinadas zonas de África y América, encontramos poblaciones con estas características en los ojos? En este sentido, la ciencia no se ha puesto de acuerdo en cuanto a cómo apareció y se desarrolló este pliegue en el párpado en unas poblaciones más que en otras.
Según la teoría más aceptada fue durante la primera gran glaciación, unos 18 millones de años atrás, cuando estos pobladores se adaptaron a su entorno. En este tiempo era necesario proteger los ojos de la radiación UV, del viento y de las temperaturas bajas que se daban en toda Asia Central.
Estos pobladores se adaptaron gracias a tener una abertura más estrecha en el párpado que se fue desarrollando con el tiempo y que les ayudó para proteger de mejor manera sus ojos. Por esto, a esta característica de los ojos rasgados se la conoce también por la ‘brida mongólica’.
Otras interpretaciones
En otros estudios realizados a lo largo de estos últimos años, científicos de origen chino explican este factor por el resultado de una divergencia en la evolución del ser humano a lo largo de los años.
Según explican en esta investigación, las personas asiáticas provienen de una rama de homínidos distinta a la de los occidentales. Se trataría del Homo Erectus Pekinensis.
La investigación, basada en los hallazgos del propio Homo Erectus Pekinensis en 1921, emigró de África a Asia, sobreviviendo en zonas de la estepa hasta desarrollarse con esta característica propia.
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