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Descubren restos de un temazcal prehispánico en La Merced

El registro de este baño de vapor, que data del siglo XIV, es uno de varios hallazgos realizados por un equipo de la Dirección de Salvamento Arqueológico del INAH.

El descubrimiento de los restos de un temazcal prehispánico en un predio en las inmediaciones de La Merced, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, han permitido ubicar con precisión el barrio de Temazcaltitlan, uno de los más antiguos de Tenochtitlan.

El registro de este baño de vapor, que data del siglo XIV, es uno de varios hallazgos realizados por un equipo de la Dirección de Salvamento Arqueológico (DSA) del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), encabezado por Víctor Esperón Calleja, en la calle Talavera.

Las excavaciones en el predio también liberaron partes de una vivienda que posiblemente fue habitada por una familia indígena de origen noble, poco tiempo después de la consumación de la conquista española. Además, se hallaron diferentes estructuras arquitectónicas de una curtiduría, que funcionó en el último siglo del periodo novohispano, entre 1720 y 1820.

Fuentes como el Mapa de Sigüenza, la Crónica Mexicáyotl y el Códice Aubin, relatan la historia de la peregrinación del pueblo mexica.

Esperón Calleja aseveró que el temazcal —de unos cinco metros de largo por 2.98 de ancho, elaborado con bloques de adobe y fragmentos de tezontle recubiertos de estuco— es testimonio de la vocación de Temazcaltitlan, un barrio donde se veneraba a deidades femeninas como Tlazolteotl, Ayopechtli o Ixcuina (diosa del parto), Coatlicue, Toci, Chalchiuhtlicue y Mayahuel, advocaciones ligadas a la tierra, la fertilidad, el agua y el pulque.

Explicó que el tlaxilacalli, o barrio de Temazcaltitlan, pertenecía a la parcialidad de Teopan (también llamado Zoquipan), primer territorio lacustre ocupado por los mexicas. La zona de Temazcaltitlan fue la sede primigenia del islote en la que se produjo el avistamiento de las señales pronosticadas por Huitzilopochtli, como lo recuerda el monumento de “La aguilita”, en la Plaza Juan José Baz, que le hace contraesquina a la Casa Talavera.

En un comunicado, el INAH informó que el equipo de la Dirección de Salvamento Arqueológico concluyó la liberación del predio, debido a que ya se realizaron los registros gráficos y fotográficos de los restos arqueológicos, así como las tomas de muestras que servirán para afinar mayores datos sobre sus distintas ocupaciones. (Ntx)




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