Los investigadores que examinan el intento de asesinato a la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández, sospechan que el atacante, Fernando Sabag Montiel, planificó con tiempo el ataque, después de encontrar en su teléfono móvil imágenes en las que tanto él como su pareja, también detenida, posan con el arma decomisada.
Sabag Montiel y su novia, Brenda Uliarte, figuran en estas imágenes con una pistola Bersa como la que fue utilizada en el ataque del 1 de septiembre y que no llegó a dispararse a escasos centímetros del rostro de Fernández, según fuentes de la investigación citadas por la agencia de noticias Télam.
Para los investigadores, estas imágenes, tomadas hace varios meses, avalarían la tesis de que no fue un ataque improvisado. Así se lo expondrán este martes a los dos sospechosos, en el marco de nuevos interrogatorios ordenados por los responsables judiciales del caso.
Las autoridades intentan determinar también si los dos detenidos realizaron algún tipo de examen previo de la zona donde se produjo el ataque, en las inmediaciones de la vivienda que Fernández tiene en Buenos Aires. Sabag Montiel apretó el gatillo mientras la vicepresidenta saludaba a un grupo de simpatizantes, pero la pistola no se disparó.
El informe sobre los rastros de ADN en el arma Bersa calibre 32 utilizado por Fernando Sabag Montiel para atacar a la vicepresidenta argentina determinó que efectivamente el acusado del intento de magnicidio utilizó el arma.
Los restos de material genético fueron encontrados en el gatillo, el cargador y la empuñadura, ratificando que fue Sabag Montiel quien empuñó el arma.
Los investigadores están buscando alternativas para intentar recuperar la información del teléfono de Sabag Montiel, que fue reseteado mientras estaba a disposición del juzgado de Capuchetti.
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