Argentina ha vivido este jueves uno de los episodios más funestos de su democracia reciente. Un hombre armado ha intentado asesinar a la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner. Poco después de las nueve de la noche (hora local), el atacante, de nacionalidad brasileña, apuntó con una pistola cargada a la cabeza de la expresidenta, mientras esta trataba de esquivar una multitud para entrar en su domicilio en Buenos Aires. El presidente, Alberto Fernández, confirmó que el arma estaba cargada con cinco balas, pero no funcionó. La imagen del hombre colocando la pistola frente a la cara de la vicepresidenta fue captada por las cámaras de televisión y ha dado la vuelta al mundo en cuestión de minutos, suscitando el repudio de los principales líderes de América Latina. El intento de magnicidio eleva al máximo la tensión en Argentina, que atraviesa uno de los momentos políticos más complicados de los últimos años, después de que la Fiscalía solicitara una pena de 12 años de cárcel para Fernández de Kirchner y la división que este hecho ha generado en una sociedad ya de por sí muy polarizada.
El atentado se produjo a escasos metros de la residencia de la expresidenta, en el lujoso barrio porteño de Recoleta, donde cientos de manifestantes se congregan desde hace días para respaldarla en medio de un juicio contra ella por presunta corrupción. La vicepresidenta de Argentina se considera víctima de una persecución: “Estoy ante un pelotón de fusilamiento mediático judicial”, reaccionó el pasado 22 de agosto la mandataria desde sus redes sociales.
El atacante ha sido identificado por la policía federal como Fernando Andre Sabag Montiel, brasileño de 35 años. Según la policía, ya contaba con antecedentes por posesión de armas. Sabag Montiel se camufló entre los militantes kirchneristas para poder llegar hasta Fernández de Kirchner cuando esta regresaba a su domicilio desde el Senado. Advertidos por los manifestantes, los guardaespaldas de la vicepresidenta la protegieron y arrinconaron al hombre armado. El detenido fue inmediatamente trasladado a dependencias policiales para llevar a cabo las correspondientes indagaciones, mientras la policía ha informado de que el arma incautada es una Bersa 380, una pistola semiautomática.
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“Este hecho es de una enorme gravedad. Es el más grave que ha sucedido desde que hemos recuperado nuestra democracia”, dijo el presidente de Argentina, Alberto Fernández, en un mensaje grabado, emitido cerca de la medianoche. “Cristina permanece con vida porque por una razón, todavía no confirmada técnicamente, el arma, que contaba con cinco balas, no se disparó pese a haber sido gatillada”, detalló. El mandatario advirtió de que “la paz social ha sido alterada” y llamó a no perder un minuto más para “desterrar la violencia y el odio del discurso político y mediático”.
Fernández declaró festivo nacional este viernes para que el pueblo argentino pueda manifestarse y expresar su repulsa por lo ocurrido. A su vez, han comenzado a suspenderse numerosas actividades previstas para las próximas horas, desde actos políticos hasta los partidos de fútbol de la liga argentina.
El intento de asesinato ha tenido lugar tras casi dos semanas de creciente crispación política en Argentina. La petición de 12 años de cárcel contra Fernández de Kirchner, realizada el pasado 22 de agosto por un fiscal en el juicio contra ella por presunta corrupción, desencadenó una oleada de mensajes a favor y en contra de la vicepresidenta. Un grupo de antikirchneristas se acercó a su domicilio para insultarla y poco después, simpatizantes de la vicepresidenta se dirigieron hacia allí para expresarle su apoyo. Desde entonces, han mantenido una vigilia ininterrumpida frente a su casa al grito de “Si la tocan a Cristina, qué quilombo se va a armar”. En vez de calmar las aguas, referentes políticos del Gobierno y la oposición se han enzarzado en duros cruces de acusaciones desde entonces.
Tregua política
El atentado ha puesto patas arriba la polarizada política argentina y ha permitido una frágil tregua que no se sabe cuánto durará. La pasada noche, todos los partidos políticos repudiaron lo ocurrido y líderes opositores como el expresidente Mauricio Macri y el alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, expresaron su solidaridad con la vicepresidenta. “Mi repudio absoluto al ataque sufrido por Cristina Kirchner, que afortunadamente no ha tenido consecuencias para la vicepresidenta. Este gravísimo hecho exige un inmediato y profundo esclarecimiento por parte de la justicia y las fuerzas de seguridad”, tuiteó Macri.
Sin embargo, Patricia Bullrich, representante del ala más dura del macrismo, ha mantenido la línea de confrontación. “El presidente está jugando con fuego: en vez de investigar seriamente un hecho de gravedad, acusa a la oposición y a la prensa, y decreta un feriado para movilizar militantes. Convierte un acto de violencia individual en una jugada política. Lamentable”, expresó la exministra de Seguridad y actual presidenta del Pro (Propuesta Republicana).
No solo en Argentina se han hecho eco del intento de magnicidio. La impactante imagen del hombre apuntando a quemarropa a la cara de Cristina Fernández ha tenido eco mundial. En América Latina, los principales líderes progresistas de la región han condenado el intento de asesinato de la vicepresidenta argentina.
Detención de Fernando André Sabag Montiel, el hombre que apuntó con un arma cargada a Cristina Fernández.RR. SS.Llamamientos al fin de la violencia
“Es un enorme grado de locura y odio lo que se trató de hacerle a la vicepresidenta”, escribió en Twitter su hijo y diputado nacional, Máximo Kirchner, en una de las primeras reacciones. El parlamentario publicó también un comunicado de la coalición gobernante, el Frente de Todos, en el que destacan también la necesidad de “comprometerse con la paz social por encima de cualquier diferencia”.
El ministro de Economía, Sergio Massa, se expresó de manera similar: “Cuando el odio y la violencia se imponen sobre el debate de ideas, destruyen a las sociedades y se generan situaciones como la de hoy: un intento de magnicidio”.
El gobernante Frente de Todos ha convocado movilizaciones este viernes al mediodía en la céntrica Plaza de Mayo de Buenos Aires, epicentro de las grandes manifestaciones en Argentina. Bajo el lema “Con la bandera a defender la democracia”, invitan a expresar en las calles el rechazo social por lo ocurrido. Algunos simpatizantes de la vicepresidenta han decidido no esperar y se acercaron ya anoche a la casa de Fernández de Kirchner.
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