Las autoridades de Rusia detuvieron este jueves al periodista Evan Gershkovich, que trabaja para el diario estadounidense The Wall Street Journal, por supuestas actividades de espionaje, según confirmó el Servicio Federal de Seguridad (FSB).
“El FSB ha detenido las actividades ilegales del ciudadano estadounidense Evan Gershkovich, nacido en 1991 y corresponsal de la oficina en Moscú del diario The Wall Street Journal, acreditado ante el Ministerio de Exteriores ruso, por sospechas de espionaje en favor del Gobierno estadounidense”, dijo.
Así, resaltó que el periodista, que fue detenido en la ciudad de Ekaterimburgo y se enfrenta a una posible pena de hasta 20 años de cárcel, es sospechoso de “actuar siguiendo órdenes de Estados Unidos para recopilar informaciones que constituyen secretos de Estado sobre las actividades de una de las empresas del complejo industrial-militar ruso”.
Según el medio independiente Meduza, Gershkovich fue detenido este miércoles frente a un restaurante de la capital de los Urales.
El medio señaló que el reportero estadounidense se encontraba en esta ciudad recopilando informaciones sobre la actitud de la población rusa respecto al ejército privado Wagner, actualmente punta de lanza de la ofensiva rusa en el este de Ucrania.
Foto: WSJ
Grupo Wagner, propiedad del oligarca Yevgeni Prigozhin, es cercano al presidente ruso, Vladimir Putin, y ha enviado mercenarios a Ucrania. El último artículo de Gershkovich publicado por The Wall Street Journal data del 28 de marzo bajo el titular ‘La economía de Rusia está comenzando a desmoronarse’.
Gershkovich trabajó previamente para la agencia francesa de noticias AFP y el diario ruso ‘The Moscow Times’. Asimismo, ha publicado en The New York Times, The Economist, MIT Technology Review, Foreign Policy y Politico Europe, entre otros medios, según recoge su página web.
Según el periódico local Vechernie Novosti (Novedades Vespertinas), un lector fue testigo de la detención de un hombre en el centro de la ciudad.
“Cuando se llevaban al detenido le cubrieron la cabeza con una camiseta para que los transeúntes no viesen su rostro”, añadió el medio.
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