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Deuda de Pemex, señal de alerta para posibles socios por planes para elevar producción

Proveedores advierten posible paro en Pemex por deudas


Ha pasado más de un mes desde que el director de Pemex hizo un insistente llamado a empresarios del sector hidrocarburos para ayudar a la petrolera estatal, que atraviesa dificultades, en proyectos necesarios para impulsar la producción en declive, pero las empresas nacionales e internacionales aún no han respondido a ese llamado.

Los reiterados exhortos de Víctor Rodríguez, un doctor en Economía de la Energía, no han logrado derribar el escepticismo de productores de crudo y gas en el país, así como de empresas de servicios petroleros que lidian desde hace varios años con fuertes retrasos de pagos por parte de Pemex, cuya deuda reportada con cientos de proveedores alcanzó un máximo histórico de 28,000 millones de dólares a septiembre. No obstante, miembros de la industria dijeron a Reuters que los pagos se han agilizado notablemente desde el mes pasado.

“Estamos abiertos”, dijo Víctor Rodríguez a los ejecutivos reunidos el 23 de octubre en un evento sobre energía en Ciudad de México.”Hágannos las propuestas”, invitó el funcionario, quien ha dicho que antes de que acabe el año Pemex espera adjudicar casi una docena de contratos mixtos, un nuevo esquema de asociación con empresas privadas con el que se apuesta a elevar la producción de hidrocarburos pero que a la fecha no ha logrado seducir a posibles inversores, dijeron a Reuters varias fuentes con conocimiento del tema.

Cuando Rodríguez asumió el cargo hace poco más de un año, Pemex ya había incrementado sustancialmente su deuda con sus cientos de proveedores, exponiéndose a demandas de empresas por quiebras y cierres, así como a un posible impacto sobre su propia producción. Desde hace varios años, la petrolera ha recibido decenas de miles de millones de dólares en apoyos gubernamentales para pagar sus deudas y apuntalar su producción, a la vez que ha sufrido recortes presupuestales e incremento de otros pasivos.

Aunque la petrolera no ha publicado desde marzo su lista detallada con la deuda a cada proveedor, nombres como los SLB, Baker Hughes, Eni, Halliburton, Weatherford y Hokchi Energy han figurado como acreedores. Grandes jugadores locales como Grupo Carso, del magnate Carlos Slim, y del emporio minero y de transporte Grupo México han revelado que Pemex les debe dinero.

Desde mediados de octubre, Pemex ha agilizado pagos pendientes del 2025 usando un fondo de unos 13,000 millones de dólares, dijeron ejecutivos petroleros a Reuters, pero persisten fuertes pasivos del 2024 que aún están sin resolver. La estatal dijo recientemente que pagó este año, hasta septiembre, más de 16,300 millones de dólares. Empresarios creen que la deuda pendiente es mucho mayor porque muchas facturas aún no han sido contabilizadas, especialmente las del 2024.

Ni SLB, Weatherford, Halliburton, Baker Hughes ni Eni respondieron a una solicitud de comentarios. Hokchi Energy, Grupo México y Grupo Carso declinaron hacer comentarios. Pemex respondió que no tenía información actualizada sobre las fechas de adjudicación de los contratos y no respondió a preguntas sobre el estado de su deuda con los proveedores.

Analistas y ejecutivos afirman que los impagos son una espada de Damocles para una firma urgida de fondos y socios para cumplir su meta de producir al menos 1.7 millón de barriles por día (bpd) -frente a los 1.6 millón de bpd actuales- y subir en un 40% la producción de gas natural a 5,000 millones de pies cúbicos diarios (MMpcd). Para llegar a esos números, Pemex busca convencer a posibles inversionistas de asociarse lo más pronto posible en 21 nuevos contratos mixtos que aún demoran por llegar, nueve en aguas someras, otros tanto en tierra y tres en aguas profundas.

“Siempre queda la duda de si Pemex va a poder respaldar los compromisos que asume dado que sigue siendo un tema el pago a proveedores”, dijo a Reuters un miembro de la industria que estuvo presente en el llamado del director de Pemex, mientras se espera que se concreten las primeras asignaciones de los 21 contratos mixtos que, según la estatal, aportarían hasta 450,000 bpd de crudo o el 25% de la producción esperada en el 2033.

Es poco frecuente que las empresas hablen de sus deudas específicas, pero hace unos meses Grupo Carso, de Slim, ventiló que Pemex le debe unos 700 millones de dólares, aunque sus compañías han obtenido recientemente contratos con la petrolera, como uno de 1,990 millones de dólares para perforar pozos en el campo terrestre Ixachi. En 2023, Hokchi Energy -el segundo mayor productor privado de crudo en México- fue a un arbitraje por el impago de 190 millones de dólares por parte de Pemex y ha buscado otras vías de comercializar su crudo, que transfiere a la estatal, con la que tiene un contrato de producción compartida.

¿Licitación poco exitosa?

La producción de Pemex se ha desplomado en las últimas dos décadas. Su ambicioso objetivo de elevarla es vital no solo para la empresa, sino también para México, que depende de los ingresos fiscales de la empresa estatal.

La apuesta por atraer socios supone una gran prueba para la visión de la presidenta Claudia Sheinbaum sobre el sector energético mexicano. Su partido, Morena, revirtió una reforma en el 2013 del entonces presidente Enrique Peña Nieto, que abrió la industria energética mexicana a los inversores extranjeros.

En su plan estratégico a 10 años, Pemex estipuló que los contratos mixtos constituyen una herramienta fundamental para robustecer su plataforma de producción presente y futura. Estimó que ese crecimiento estará principalmente impulsado por proyectos como Kayab-Pit-Utsil, en aguas someras del Golfo de México; Nobilis-Maximino y Exploratus, en aguas profundas, los cuales representan la mayor aportación al volumen total antes de una declinación natural.

El director de exploración de Pemex, Angel Cid, dijo a fines de octubre que 40 empresas se habían mostrado interesadas en participar en la adjudicación de los contratos mixtos y que entre ellos había empresas petroleras medianas y pequeñas, así como de servicios petroleros, pero no dio detalles.

Sin embargo, los niveles de deuda y algunas condiciones de esos contratos establecidas por ley podrían hacerlos poco ser exitosos, admitió una fuente de alto rango del Gobierno. Vaticinó que probablemente varios de los proyectos no consigan socios debido que la participación de Pemex debe ser de al menos el 40%, además del tope del 30% en la recuperación de costos antes de utilidades.

Cuatro ejecutivos petroleros que asistieron al evento donde Rodríguez pidió al sector privado trabajar en conjunto dijeron que un Pemex con problemas para pagar sus cuentas no ayuda a atender el llamado ni a arriesgarse en nuevos contratos.

“Cuando se incumple con la proveeduría se compromete la producción (de Pemex) y se degrada la cadena de valor”, dijo a Reuters el director del gremio de empresas de servicios petroleros (Amespac), Rafael Espino.

Tres fuentes dijeron que la industria está atenta a cambios sugeridos al modelo general del contrato en áreas en las que Pemex pueda ceder un poco para hacerlos más atractivos, pues, hasta ahora, no han escuchado un contundente “sí” del sector privado para amarrarse con Pemex en un contrato mixto. “Creo que todavía está por verse qué pasa”, dijo una de las fuentes.



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