El investigador Andrés Barreda observó que hay un subregistro crónico de las enfermedades que son causadas por la contaminación, por lo que estimó necesario realizar un estudio real y cuidadoso.
A raíz de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (1988) se permitió la operación de empresas sin mayor regulación, lo que ha derivado en un grave deterioro ambiental y afectaciones en la salud de las personas que viven en zona industriales, afirmó el investigador Andrés Barreda.
En entrevista para Aristegui En Vivo, el sociólogo comentó que los daños al medio ambiente han provocado muchísima muerte y enfermedades degenerativas.
Sin embargo, observó que hay un subregistro crónico de las enfermedades que son causadas por la contaminación.
Por ejemplo, abundó, “las personas que mueren de cáncer de sangre o insuficiencia renal, las registran como si murieran del corazón, porque a todo mundo se le para el corazón cuando muere… No se atienden las posibles causas“.
“Son demasiados casos de diferentes sexos, de diferentes edades, diferentes formas de ingreso, con diferentes costumbres, que sin embargo, se presentan agrupados en torno de zonas de altísima contaminación”, expuso el coordinador del Proyecto Nacional Estratégico Agentes Tóxicos y Devastación Ambiental del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Foto: Cuartoscuro
Ante esto, estimó importante tener un registro cuidadoso y real del problema, así como un estudio de los diferentes tipos de contaminantes que pueden estar presentes en el agua, en el aire y en la tierra, para proceder a agrupar los tipos de enfermedades con los tipos de contaminantes; “estudiar las relaciones de causa-efecto”.
Barreda precisó que debido a estos altos grados de contaminación, el número de personas enfermas ha aumentado en regiones como Los Altos, Jalisco, en municipios de Guanajuato y Querétaro, así como en las zonas industriales de Hidalgo, Estado de México, Puebla, Tlaxcala y Veracruz.
En este contexto comentó que un grupo de observadores internacionales hizo un recorrido de más de mil kilómetros, denominado “toxitour”, durante el cual hablaron con los habitantes de las diversas comunidades sobre la situación.
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“También fuimos hablando con investigadores y científicos regionales que ya tienen rato investigando los problemas contra viento y marea en esas regiones, porque no han recibido apoyo académico como se debe, mucho menos institucional“, comentó.
Incluso refirió que a una científica que realizó una investigación sobre el Río Santiago, en la Cofradía, Jalisco, se le ha prohibido hablar sobre el tema y se le hizo firmar un contrato de confidencialidad.
El investigador comentó que el secretario de Medio Ambiente, Víctor Manuel Toledo, le ofreció dialogar con más calma estos problemas, ya que se han abordado pero de manera rápida.
“Se requiere sentarse a platicar sobre qué se entiende como emergencia ambiental“.
Agregó que también se requiere que científicos hagan análisis toxicológicos de agua y aire, así como estudios epidemiológicos en las regiones afectadas.
En su opinión, la devastación ambiental es un problema acumulado por el Tratado de Libre Comercio, ya que “las facilidades que se le dieron a las empresas para operar sin mayor regulación, han generado un desorden en el uso de suelo”.
“Hay continuas explosiones de las fábricas, derrames accidentales vertidos en los ríos, regulares, crónicos, que envenenan las regiones, y mucho desorden en la forma en que operan las empresas ligadas al libre comercio, y no digamos actividades criminales, como el huachicoleo”, añadió.