El presidente Andrés Manuel López Obrador inauguró este lunes el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
El primer vuelo despegó a las 6:30 de la mañana; se trata de una aeronave de la empresa Aeroméxico con 89 pasajeros a bordo que viajaba rumbo a Villahermosa, Tabasco.
De acuerdo con el secretario de Defensa, Luis Cresencio Sandoval, en su primer día de operación, saldrán y arribarán 2 mil 22 pasajeros en el AIFA; además, se estima que en todo este año viajen 2.4 millones de pasajeros.
El aeropuerto, ubicado a unos 45 kilómetros al norte de la capital del país, en el Estado de México, es una de las principales obras de infraestructura de la presente administración y cuyo objetivo, sostiene el gobierno, es aliviar el tráfico aéreo que hoy registra el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM).
“Esta obra se hizo a pesar de las resistencias de grupos de intereses creados y también de quienes quisieran que nos fuera mal; inclusive, que le fuera mal al país para que se pudiese evidenciar al gobierno que represento”, dijo López Obrador durante su rueda de prensa matutina, desde el aeropuerto.
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La inauguración se celebra tres años después de desechar una terminal aérea cuyo valor se estimaba en 13,000 millones de dólares, que el gobierno del entonces Presidente Enrique Peña Nieto empezó a construir en Texcoco, Estado de México; obra que el actual gobierno calificó como “un símbolo de la corrupción”.
La terminal empezó a construirse, al tiempo que surgían críticas alrededor del proyecto; finalmente, al arranque del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, se tomó la decisión de cancelar las obras. Luego de un referéndum promovido en octubre de 2018, el Presidente decidió meter reversa en el aeropuerto inconcluso en Texcoco, argumentando que el proyecto estaba plagado de corrupción, era geológicamente defectuoso y demasiado costoso.
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La decisión sacudió los mercados financieros y marcó la pauta para una relación conflictiva con los empresarios.
El gobierno desembolsó 1,800 millones de dólares para pagar a los tenedores de bonos de Texcoco, lo que se sumó a los costos provocados por la cancelación del aeropuerto cancelado, que el Presidente calificó de “faraónico”.
Posteriormente, el Gobierno de México determinó que el ejército mexicano se hiciera cargo de la construcción de la nueva terminal que, para 2023, se prevé que transporte a cinco millones de pasajeros.
México está valorando la aplicación de “posibles incentivos” para alentar a las aerolíneas a trasladar sus operaciones al AIFA desde la actual terminal ubicada en la Ciudad de México, dijo este mes un alto funcionario.
Algunos críticos del AIFA han cuestionado si esa terminal y el AICM podrán operar correctamente de manera simultánea. El gobierno insiste en que sí y en que se ha ahorrado dinero ya que el costo total de la obra suma los 3,600 millones de dólares.
Las aerolíneas locales Aeroméxico, Volaris y Viva Aerobus anunciaron que volarán, desde el AIFA, a seis ciudades mexicanas; en tanto, la aerolínea estatal venezolana Conviasa hará lo propio desde Caracas.
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Delta, Copa y otra aerolínea no identificada realizarán vuelos hacia Estados Unidos desde el AIFA a partir de la segunda mitad de 2022, dijo el lunes Isidoro Pastor, director general de la terminal.
La inauguración de la terminal ocurre a menos de 20 días de la consulta de revocación de mandato del presidente López Obrador.
Con información de Reuters
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