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Día Internacional del Actor: ¿Por qué lo celebramos?

Trabajar sobre las tablas o frente a las cámaras es una profesión admirada y deseada por gran parte de la población mundial. Un talento del que solo unos pocos son propietarios y que ha levantado a su alrededor una industria que genera diariamente millones de dólares y, por supuesto, de sueños. Como todo empleo que se precie, el de actor también posee una jornada conmemorativa de gran relevancia. En esta ocasión, el Día Internacional del Actor se celebra el 26 de agosto de cada año, en honor a una figura muy especial para el gremio: San Ginés. Un actor romano del siglo III, considerado mártir por la religión católica.

El Santo Teatral

San Ginés murió defendiendo y amando su profesión.

Según cuenta la leyenda, Ginés de Roma fue un intérprete aclamado por la sociedad de la época. Una de sus actuaciones más recordadas fue una comedia sobre el sacramento del bautismo, una historia que triunfó entre el público y trajo consigo consecuencias inesperadas. Durante la obra, al recibir el agua bendita, San Ginés se convirtió de manera inmediata al catolicismo y expresó de manera fehaciente su fe hacia Cristo. Acto seguido, incitó a los allí presentes a seguir sus pasos. Todo ante la atenta mirada del emperador Diocleciano, quien experimentó los mismos efectos.

San Ginés también es patrón de los bailarines, abogados, músicos o humoristas.

Tras lo ocurrido aquel día, San Ginés fue considerado dentro del gremio como el Santo Teatral, pues encontró el camino a Dios a través de su profesión. La misma que defendió con perseverancia hasta el día de su muerte. El patrón de los actores fue torturado y decapitado por Plauciano, Prefecto del pretorio, en el año 286. Desde entonces, siempre representa multitud de profesiones de diversa índole. Como abogados, bailarines, músicos, impresores, taquígrafistas o humoristas. San Ginés es representado con una máscara, símbolo del teatro, y un instrumento de cuerda, sirviendo de inspiración a artistas venideros como Lope de Vega, Antonio Martínez de Meneses, Pedro Rosete, el dramaturgo francés Jean de Rotrou o Henri Gheon.


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