El último domingo de enero se conmemora el Día Mundial de la Lepra desde el año 1954. Es una jornada en la cual se intenta concienciar a la población sobre la preocupante presencia de esta enfermedad que aún tiene presencia en algunos lugares del mundo.
Si bien generalmente se cree que la lepra ya fue erradicada, esto no es totalmente cierto y, aunque desde 1987 tiene cura, muchas personas aún no tienen acceso a los tratamientos.
Concienciación para el Día Mundial de la Lepra
La lepra es conocida también como el mal de Hansen, en honor al doctor noruego Armauer Hansen (1841-1912), quien descubrió el bacilo Mycobacterium leprae que la origina en el año 1876.
Esta es una enfermedad infecciosa crónica que avanza muy lentamente. Los primeros síntomas o lesiones en la piel no se presentan hasta pasados entre 3 y 10 años, lo que dificulta determinar sus causas y las formas de contagio.
La lepra afecta principalmente al sistema nervioso y a la piel. El sujeto comienza a perder la sensibilidad en el recorrido de los nervios y le comienzan a aparecer manchas de color pálido o rojizo en su cuerpo.
Con el pasar de los años, los síntomas se agravan de forma alarmante; los músculos pierden sensibilidad y se paralizan, fallan las funciones glandulares provocando infecciones, matando los tejidos y destruyendo los huesos.
En las etapas posteriores de la lepra se debilitan los músculos, aparecen tumores en todo el cuerpo, la piel se arruga, se hincha y pierde totalmente su sensibilidad, por lo cual el enfermo puede lesionarse gravemente sin notarlo, por lo cual en muchos casos es necesario amputarle las extremidades.
En etapas finales pueden producirse distorsiones faciales y abultamiento de la frente, lo que se conoce como cara leonina. Todos estos síntomas que deforman el cuerpo de la persona que padece lepra es una de las causas por las cuales no se ha podido erradicar totalmente la enfermedad. Los enfermos se aíslan para ocultar su apariencia y se los margina, pues las personas tienen un miedo irracional al contagio.
A pesar de que desde el año 1987 la lepra tiene cura, existen más de 7.000.000 de enfermos en todo el mundo. La enfermedad en sí no les causa la muerte, pero reduce de forma drástica las defensas de los afectados, quienes frecuentemente viven en condiciones miserables, lo que facilita el contagio de otras enfermedades que sí pueden causar su fallecimiento.
El Día Mundial de la lepra se ha instaurado a concienciar a las personas sobre las terribles consecuencias de marginar a la gente que la padecen, lo cual es uno de los grandes impedimentos de erradicar definitivamente este flagelo en todo el mundo
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