El planeta enfrenta una crisis medioambiental sin precedentes. Cada tres segundos, el mundo pierde una superficie de bosque equivalente a un campo de fútbol, esto sucede mientras la temperatura global sigue rompiendo récords.
A pesar de las alertas que han dado diversas organizaciones mundiales que luchan por el medio ambiente, las emisiones globales de gases de efecto invernadero han aumentado durante tres años consecutivos y el 50% de nuestros arrecifes de coral se han perdido.
Es por eso que este sábado 5 de junio, con motivo del “Día mundial del medio ambiente”, la ONU publicó un manual titulado “Una guía práctica para sanar al planeta” , una serie de recomendaciones encabezadas por la posibilidad de adoptar dietas a base de vegetales como una forma de clave para restaurar los ecosistemas.
La asociación civil mexicana Alianza Alimentaria y Acción Climática advierte que la manera en la que el ser humano se alimenta actualmente, cada vez exige una mayor demanda de proteína animal y con ello un aumento en la actividad ganadera intensiva, una causa de peso en la degradación de los ecosistemas. Mientras que una dieta vegetal tiene un impacto menor en el planeta y evitan el sufrimiento de millones de animales.
Por otro lado, una dieta basada en plantas reduce los riesgos asociados a la salud por la generación de enfermedades crónico degenerativas relacionadas con el consumo de animales, como colesterol, hipertensión, diabetes, enfermedades cardiacas, entre otras.
La Alianza Alimentaria advierte que una de las mayores amenazas que hoy enfrenta la humanidad es el cambio climático en conjunto a la disponibilidad de agua potable, y la ganadería industrial es una de las actividades que más contribuyen a dichos problemas, pues produce el 15% de los gases de efecto invernadero a nivel mundial.
Por otro lado, es uno de los mayores agentes de contaminación y derroche de agua al utilizar el 27% del agua potable del planeta.
En México, la producción de alimentos vegetales para consumo humano utiliza el 20% del agua mientras que la ganadería industrial consume la alarmante cifra del 50% del agua potable. Para producir medio kilo de carne de vaca son necesarios 15,400 litros de agua.
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