Aunque en España solemos cocinar casi todo siempre con una sartén, lo cierto es que en los últimos años parece que el wok ha ganado un poco de terreno y también es muy utilizado para preparar determinados platos. Aunque sean similares, nada más ver su forma nos damos cuenta que difieren ligeramente, pero si deseas salir de dudas del todo, vamos a explicarte a continuación qué es un wok exactamente qué diferencias existen entre el wok y la sartén y cuál es mejor usar.
Diferencias entre wok y sartén
El wok, muy extendido en la tradición china (la palabra «wok» significa en cantonés «olla para cocina») está presente en la actualidad en muchas cocinas españolas. Este es un tipo particular de sartén con forma semiesférica, con bordes de al menos 28 centímetros de alto y hasta unos 40 centímetros de alto, y aunque suele tener una asa, algunos modelos tienen dos. Además, en algunos casos se vende con tapa y grill coordinados, lo que lo hace aún más versátil y apto para diversas preparaciones. Las medidas del diámetro varían de 30 a 80 centímetros.
La clásica sartén de forma redonda tiene bordes laterales de un par de centímetros de alto. Al igual que el wok, está equipada con asas o un asa con un orificio en el extremo, que se utiliza no solo para colgar el utensilio al final de su uso, sino también para colocar el cucharón de manera estable durante la cocción. En el mercado puedes encontrar sartenes con un diámetro estándar de 18 a 32 centímetros, pero también hay variantes muy pequeñas para preparar raciones individuales e incluso un solo huevo escalfado.
Pros y contras
Con el wok puedo obtener una distribución uniforme del calor, conservando el sabor y la textura crujiente de los alimentos, para luego seguir una dieta equilibrada sin añadir grasas ni condimentos. Sin embargo, el wok, independientemente de los materiales con los que esté fabricado, resulta un poco incómodo de manejar y ocupa mucho espacio en la despensa.
Por otro lado, dependiendo del tamaño puede que sea imposible colocarlo en una cocina con una placa estándar. Quizás incluso algún untensilio o rejilla para colocar el wok encima. Sin embargo, el wok es ideal para cocinar, dorar, freír o guisar rápidamente. También lo puedo usar para asar carnes o verduras a la parrilla, también porque el alto espesor que provoca evita quemar la comida y protege la placa de salpicaduras.
Gracias a los bordes bajos, la sartén es más adecuada para preparar, tortillas y platos que quieras echar directamente sobre el plato. Gracias a sus características, una sartén también se puede utilizar para caramelizar, freír o estofar.
En base al material de construcción, las sartenes garantizan antiadherencia y una conductividad térmica más o menos alta, para afrontar tanto cocciones lentas como rápidas. Pero por otro lado, la sartén tiende a ensuciar la placa debido a las salpicaduras. El grosor y el diámetro afectan al manejo, pero hoy en día puedes encontrar en el mercado modelos resistentes y ligeros, además de equipados con un mango extraíble para reducir el volumen.
¿Cuál elegir?
Todo depende del tipo de platos que quieras preparar, aunque también diremos que ambos sirven en realidad para hacer de todo en el fuego. El wok es adecuado para saltear sobre todo, pero también para frituras crocantes, cocciones al vapor, salsas, condimentos, risottos, carnes y platos asiáticos que por lo general requieren tiempos medios o rápidos. Una sartén de paredes bajas, que tiende a ensuciar más la placa, es apta para tortillas a la que debes darle la vuelta sin dificultad o también para freír todo tipo de sofritos así como cocinar huevos, y carnes como bistecs.
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