Dinamarca se despertó el viernes con las palabras “pescado racista” escritas en la base de la Sirenita, la estatua de bronce que recuerda el famoso cuento de Hans Christian Andersen y está erigida en una roca junto al mar en un muelle de Copenhague.
La policía dijo que no ha identificado aún a los responsables. La escultura –que tiene 107 años y es visitada por un millón de turistas al año–, ya había sido vandalizada con anterioridad, incluidos manifestantes por los derechos humanos en Hong Kong y activistas contra la caza de ballenas. Incluso fue decapitada dos veces.
“Lo consideramos vandalismo y hemos empezado una investigación”, dijo un vocero de la policía de Copenhague.
Los manifestantes del movimiento #BlackLivesMatter en todo el mundo han protestado en las últimas semanas contra estatuas de figuras históricas que jugaron un papel en la opresión racista, como los esclavistas y colonialistas.
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La Sirenita no había sido parte de este debate, pero el año pasado Disney grabó una remake en real action de su película animada homónima (de 1989), que generó polémica después de que eligiera a la actriz afroamericana, Halle Bailey, para interpretar a la protagonista, Ariel.
Pero esta no es la primera vez que La Sirenita termina siendo politizada. En enero pasado, la estatua había aparecido con la inscripción “Liberen a Hong Kong” en el marco de las protestas pro-democracia por la autonomía de la excolonia británica frente al régimen del Partido Comunista chino.
En mayo de 2017, el monumento fue pintado con pintura roja por activistas contra la caza de ballenas. “Dinamarca defiende a las ballenas de las Islas Feroe”, habían escrito en el suelo frente a la escultura. La caza de ballenas cerca de la costa está permitida en las islas, que se ubican entre el continente e Islandia y son una parte semiautónoma de Dinamarca.
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