Sus integrantes tuvieron que vender algún bien, pedir dinero prestado o recurrir a sus ahorros en 45.2% de las viviendas.
En julio pasado, 28.4% de las viviendas algún integrante perdió su trabajo por la pandemia (mientras un 30.4% lo perdió en abril) y en 61.2% de las viviendas los ingresos disminuyeron (65.1% en abril), por lo que sus integrantes tuvieron que vender algún bien, pedir dinero prestado o recurrir a sus ahorros en 45.2% de las viviendas (37.4% de lo observado en abril).
Lo anterior, de acuerdo con la Encuesta Telefónica sobre COVID-19 y el Mercado Laboral (ECOVID-ML) correspondiente a los meses de mayo a julio de 2020, en seguimiento a los resultados del mes de abril, realizada por el Inegi.
Aquí otros datos que arrojó este ejercicio:
-La Población Económicamente Activa (PEA) en julio fue de 39.1 millones, cifra que representa una tasa de participación económica de 57.3%, valor 6 puntos porcentuales por arriba a la observada en abril (51.3 por ciento). En complemento, la Población No Económicamente Activa (PNEA) fue de 29.2 millones de personas, es decir, una tasa de 42.7 por ciento.
-Entre abril y julio, la tasa de participación general aumentó seis puntos porcentuales. Por sexo, el incremento para las mujeres fue de 2.8% mientras que para los hombres fue de 8.3 por ciento.
-De la PNEA se identifica aquella disponible y no disponible para trabajar. En julio 25.6% se declaró disponible para trabajar y el restante 74.4% como no disponible; en abril la PNEA disponible era de 41% y la no disponible, de 59 por ciento.
-De la PNEA disponible para trabajar o que deseaban trabajar pero sin búsqueda de trabajo, en julio de 2020, 82.3% fueron personas ausentes de un trabajo a causa de la pandemia, a diferencia del 87.1% observado en abril. En cuanto a la expectativa de retorno al trabajo al término de la pandemia la población ausente pasó de 42.3% en abril a 15% en julio.
-En julio de 2020, la ECOVID-ML reportó una población ocupada de 35.7 millones de personas, que representó una tasa de ocupación de 52.3% de la población de 18 años y más usuaria de teléfono. El mayor crecimiento se da en la tasa de ocupación de los hombres con 71.8% contra 34.7% de mujeres.
-Entre abril y julio, la población que trabaja de 35 a 48 horas creció casi nueve puntos porcentuales y las que trabajan más de 48 horas, aumentaron cerca de cuatro puntos porcentuales.
-De los 35.7 millones de personas ocupadas, 22% se declaró ausente temporal o suspendida durante la contingencia sanitaria. Por sexo, 25.8% del total de mujeres ocupadas eran ausentes temporales o fueron suspendidas durante la contingencia sanitaria, en tanto que para los hombres la proporción fue del 19.9 por ciento. Para ambos grupos, 88% de los casos de ausencia temporal o suspensión se debió a la pandemia por el Covid-19. También por la pandemia, 41.6% de los ocupados señaló que sus ingresos disminuyeron.
-Del total de ocupados, entre abril y julio el trabajo en casa pasó de 23.5% a 15.2% (de 7.7 millones a 5.4 millones de ocupados). Además de trabajar desde su casa, este segmento de la fuerza de trabajo participó en otras actividades de trabajo no remunerado, representando en muchos de los casos una doble actividad.
-Del total de ocupados en julio, el 6.6% dijo haber recibido algún tipo de apoyo por parte del gobierno y un 4.1% lo recibió por parte de un familiar. En abril, los ocupados que recibieron apoyo del gobierno y de la familia, fueron en ambos casos de 5 por ciento.
-En julio, de los 24.5 millones de subordinados remunerados, 6.2 millones fueron suspendidos. De estos, 38.5% recibió su sueldo completo, 31.7% lo recibió de forma parcial y 29.8% no recibió pago. En abril, el pago en forma parcial y no recibió pago, fue de 44.2% y 17.3% respectivamente.
-El 33.1% de la población ocupada independiente en julio, mencionó afectaciones diversas ocasionadas por la contingencia sanitaria por el Covid-19, nivel que durante abril fue de 41.2 por ciento.