Mientras en Nueva York se dirime quién se adjudicará el segundo grande disputado esta temporada, en el Foro Itálico de Roma trabaja a fondo Rafael Nadal, que la próxima semana tratará de ganar buenas sensaciones de cara al desembarco posterior en Roland Garros. El balear, de 34 años, reaparecerá en las pistas tras haber llegado a la capital italiana el miércoles, y desde entonces ha peloteado con Stan Wawrinka, Casper Ruud y ayer Karen Khachanov.
Mientras él se ejercitaba, la organización del torneo romano llevó a cabo el sorteo del cuadro y, curiosamente, deparó un primer cruce entre el mallorquín y Pablo Carreño, que cayó en las semifinales del US Open. Sin aficionados en las gradas, buscará Nadal su décimo trofeo en el Masters 1000 italiano, una cifra que ya ha obtenido en otros marcos distinguidos como Roland Garros (12), Montecarlo (11) y Barcelona (11).
La última vez que se le vio en una pista a Nadal fue el pasado 29 de febrero, cuando se impuso a Taylor Fritz y celebró su último título, el de Acapulco. Después, pasó el confinamiento en su domicilio de Porto Cristo y finalmente renunció a participar en Nueva York. Desde que los tenistas pudieron regresar a la actividad, se prepara en su academia de Manacor y ahora se afila en Roma.
Por allí no desfilarán ni Dominic Thiem, ni Alexander Zverev ni Daniil Medvedev, que han renunciado al haber alcanzado el tramo final del US Open y optarán por una puesta a punto sin competir de cara a París. Quien sí pisará la arena italiana será Novak Djokovic, que tras su descalificación en Nueva York desea ponerse a punto y debutará contra un jugador procedente de la previa o el local Salvatore Caruso. En cualquier caso, no chocaría con Nadal hasta una hipotética final.
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