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Djokovic mantiene en vilo a Australia



Djokovic, este año durante un acto en Belgrado.ANDREJ ISAKOVIC (AFP)

Mientras los tenistas se desplazan de forma escalada a Australia y el escocés Andy Murray ironiza –”ya me han inyectado el tercer microchip”, dijo tras recibir una tercera dosis de la vacuna contra el covid-19–, el número uno masculino, Novak Djokovic, mantiene en vilo a los organizadores del grande de las Antípodas. A falta de dos semanas y media para que comience el Open, del 17 al 30 de enero, el serbio todavía no ha confirmado si lo disputará o no, mientras desde la federación de su país se oficializa que no jugará la ATP Cup –un torneo previo por equipos al que asistirá Serbia– y la prensa balcánica asegura que el campeón de 20 grandes solicitará una exención médica para poder defender el título logrado hace un año en Melbourne.

“De lo contrario, sería un gran golpe para el torneo”, apunta el medio Blic Sport, que a su vez añade que el equipo dirigido por Craig Tiley, director del major australiano, está negociando con los gobernadores del estado de Victoria para que Nole pueda acceder al país con un permiso médico. Según el citado diario, las autoridades sopesan introducir una “regla especial” con el objetivo de que Djokovic (34 años) y otros jugadores que están en una situación similar –todavía no ha comunicado si ha recibido o no la vacuna– puedan finalmente participar en la primera gran cita de la temporada.

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En todo caso, la información contrasta con el mensaje contundente que se ha emitido hasta ahora desde la parte política: sin inyección no hay visado. “No hay reglas especiales para los tenistas ni para nadie”, expuso a mediados de mes el primer ministro australiano, Scott Morrison. “Él [Djokovic] seguirá los mismos requisitos que todo el mundo para entrar en Australia”, agregó el dirigente en unas declaraciones al canal Sky News. “Las vacunas no tienen nada que ver con el chantaje, sino con hacer que la comunidad de Victoria esté más protegida”, señaló el día 1 el ministro de Deportes de Victoria, Martin Pakula.

Esta afirmación se producía después de que el padre de Djokovic, Srdjan, pusiera seriamente en duda la presencia de su hijo en el Open, hace un mes. “Seguro que él lo quiere jugar con todo su corazón, pero bajo estas condiciones y chantajes, probablemente no lo hará. Yo no lo haría, y él es mi hijo, así que se puede deducir la conclusión…”, insinuó al canal serbio Prva TV el progenitor, molesto al entender que desde un estamento y otro, desde lo deportivo y lo gubernamental, se le estaba poniendo a su hijo entre la espada y la pared, teniendo en cuenta que Djokovic se ha negado a confirmar en reiteradas ocasiones si se había vacunado o no, o bien si tenía intención de hacerlo.

Djokovic, recientemente durante la presentación de unos sellos. / TWITTER

“Es su derecho, tiene derecho a decidir”, defendía el padre, en la línea del hijo. “Deberíamos tener la libertad de elegir, de decidir lo que queremos hacer y qué quieres meter en tu cuerpo. Siempre he sido un defensor de la libertad de elección, y siempre lo apoyaré porque la libertad es esencial para una vida feliz y próspera”, se refirió Djokovic en noviembre, mientras disputaba la Copa de Maestros. Posteriormente, el rey actual del circuito disputó la Copa Davis y pidió que se respetara su privacidad. A partir de ahí, un sentido mensaje a Manolo Santana tras el fallecimiento del pionero español, una aparición para presentar unos sellos con su imagen y sobre todo silencio. Silenzio stampa.

Entretanto, hace unos días Tiley, mandamás del Open, deslizaba que se concederían “muy pocas” exenciones médicas. “Y si Novak va a venir a jugar es porque está vacunado o porque tiene la exención”, precisó, consciente de que Djokovic es uno de los grandes activos de su deporte y de que sin él ni Rafael Nadal, cuya presencia también está en el aire debido a que tampoco ha confirmado su asistencia –se recupera del virus, que interrumpió su reaparición tras casi medio año si jugar–, el cartel de esta edición perdería mucho brillo. “Eso sí, la exención no es un medio para eludir las reglas”, había advertido previamente el viceprimer ministro de Victoria, James Merlino.

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Las exenciones, según matiza el Grupo Asesor Técnico Australiano sobre Inmunización (ATAGI), se obtienen mediante una evaluación exhaustiva que contempla los siguientes casos: haber sufrido una enfermedad cardíaca inflamatoria en los últimos tres meses; no tener la pauta de vacunación completa debido a haber contraído el virus en los últimos meses; haber experimentado alguna afección grave atribuible a la vacuna; o bien tener trastornos de salud mental por los que la vacuna pueda suponer un riesgo.

“No sé cuál es la situación con Novak. Lo último que he visto es que estaba en la lista de inscritos, y doy por hecho de que jugará y que ya se ha vacunado. Nos han dicho que tenemos que cumplir las reglas, que si quieres jugar, tienes que estar vacunado, así que doy por hecho que él se ha vacunado”, expuso hace dos semanas Murray, antes de que se conociera la baja del serbio en la ATP Cup y en paralelo a que el francés Pierre-Hugues Herbert hablase claro para el diario L’Alsace: “Es una elección personal no vacunarme y el viaje a Australia no es una opción para mí. No sé si hoy es factible ser tenista sin estar vacunado”.

Nueve veces campeón en Melbourne —récord histórico en términos masculinos—, Djokovic mantiene el pulso mientras el calendario sigue descontando hojas en dirección al día 17.

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