El dólar alcanzó el miércoles su nivel más alto en 10 meses, llevando al euro y a la libra esterlina a mínimos de seis meses y manteniendo al yen en territorio de intervención, ya que la perspectiva de tasas de interés más altas en Estados Unidos se apoderaba de los mercados.
Los bonos del Tesoro estadounidense se estabilizaban tras las fuertes ventas de los últimos días, aunque sus rendimientos se mantenían cerca de los máximos de 16 años, lo que le daba respaldo al dólar.
El euro bajaba un 0.3%, a 1.05 dólares, su nivel más bajo desde el 15 de marzo. La moneda única va camino de perder más de un 3% en los tres meses hasta finales de septiembre, su peor resultado trimestral en un año.
La libra esterlina retrocedía un 0.2%, a 1.21 dólares, un mínimo desde el 17 de marzo, y se encaminaba a un descenso trimestral superior al 4%.
El índice dólar, que mide el billete verde frente a una cesta de otras divisas importantes, alcanzó un máximo de 10 meses de 106.49 unidades.
“Ahora está claro que los mercados ven rendimientos más altos a largo plazo en Estados Unidos durante un periodo más largo. Ese es el principal motor del dólar”, dijo Dane Cekov, estratega de divisas de Nordea. “Hacía tiempo que no veíamos rendimientos a 10 años del 4.5%”.
En los últimos días, las autoridades de la Reserva Federal han señalado la posibilidad de que haya que subir más las tasas, después de que la semana pasada las mantuviera estables, pero endureciera su restrictiva postura de política monetaria.
Esto ha llevado a los rendimientos de los bonos del Tesoro a máximos de varios años, ya que los mercados monetarios han ajustado sus expectativas de hasta dónde podrían llegar las tasas en Estados Unidos y de que las condiciones monetarias sigan siendo más estrictas durante más tiempo de lo que se pensaba inicialmente.
Los elevados rendimientos estadounidenses han causado problemas al yen, que cayó a un mínimo de 11 meses de 149.25 por dólar. La paridad dólar/yen tiende a ser extremadamente sensible a los cambios en los retornos del Tesoro a largo plazo, especialmente a 10 años.
El lento pero constante declive del yen hasta el nivel psicológico de 150 unidades por dólar ha puesto a los operadores en alerta máxima ante cualquier indicio de intervención de las autoridades japonesas, mientras los funcionarios intensifican su retórica contra el descenso de la divisa.
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