Los volcanes pueden definirse como uno de esos fenómenos de la naturaleza tan bellos como destructivos. Unas formaciones famosas en todo el mundo que han generado algunas de las mayores destrucciones de la historia más reciente. Quién no conoce el Monte Vesubio y el desastre natural de la ciudad de Pompeya o la inmensidad del Monte Fuji. Todos ellos volcanes famosos pero no los más grandes del mundo, ya que estudios recientes han demostrado que la región volcánica más grande del planeta se encuentra en la Antártida.
Volcanes de hielo
Normalmente cuando pensamos en la Antártida se nos vienen a la cabeza enormes llanuras en las que el hielo es el protagonista. Pero parece ser que la impresionante capa helada del polo sur esconde muchos más secretos de los que te imaginas. Investigadores de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido) han determinado que la región volcánica más grande de la Tierra se encuentra bajo estos territorios nevados. Concretamente, debajo de la plataforma de hielo de Ross con una longitud total de unos 3.500 kilómetros.
Si ahora mismo estas imaginando la Antártida en tu mente todo esto te parecerá una broma de mal gusto pero los expertos han descubierto una gigantesca región volcánica con 91 nuevos cráteres bajo el hielo. Algunos de un tamaño tan colosal que incluso podrían superar en altura al volcán Eiger de Suiza (3.970 metros). En total se encontraron hasta 138 nuevos picos debajo de la capa antártica de los que ya se conocían 47 volcanes cuyas cimas sobresalen a través del hielo.
Un descubrimiento irremediable
Las altas dosis de contaminación están generando enormes cambios en la superficie helada de la Antártida. Una «buena noticia» para aquellos investigadores en busca de nuevos retos en su carrera y que están redescubriendo una zona que hace escasos años parecía ingobernable debido a sus condiciones climáticas. De momento, se conoce que esta novedosa región volcánica tiene una gran cantidad de similitudes con el territorio volcánico oriental de África. Un hallazgo que se manifestó a través de la parte inferior de la capa de hielo donde se escondían algunos restos de roca basáltica. Algo que ya ocurría en las puntas más altas de los volcanes de la región y que se enmarca como un aspecto común en este tipo de formaciones.
Cabe destacar que los investigadores desconocen si las formaciones de esta nueva región volcánica están activas o no. Por el momento, han comenzado las tareas de vigilancia de la zona, así como el control sísmico para poder determinar si existe un peligro inminente. De todas formar este descubrimiento se enmarca como un importante hallazgo que permitirá comprender la incidencia de estas formaciones en el deshielo y en el estudio de los climas de tiempos pasados.
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