Si te preguntamos cuál es el mejor lugar para guardar los huevos en la nevera, la respuesta parece lógica: en la huevera. Pero no. Aunque parezca el sitio ideal, lo cierto es que la huevera puede hacer peligrar la seguridad de los huevos, y, por lo tanto, nuestra salud.
La razón es que la huevera está situada en la puerta del frigorífico, donde se producen grandes variaciones de temperatura cada vez que la abres y la cierras. Por lo tanto, si colocas en ella los huevos, pueden aparecer sobre la cáscara gotas de condensación.
No hay que olvidar que la cáscara no es una superficie impermeable. Contiene cientos de poros microscópicos, de forma que si el agua está contaminada puede pasar a través de ellos hasta la yema y la clara.
Los expertos en seguridad alimentaria indican que lo mejor es que los huevos vayan en las estanterías más altas de la nevera, al fondo. Debes mantenerlos en el mismo envase en el que los has comprado. De esta manera, estarán siempre a una temperatura estable y, al estar arriba, no corren el riesgo de entrar en contacto con jugos de alimentos que se derraman.
Los huevos son uno de los alimentos más delicados que existen. Someterlos a cambios bruscos de temperatura puede tener consecuencias muy negativos, así que una vez los guardes en el frigorífico no los saques hasta que vayas a utilizarlos. Y recuerda: se pueden mantener frescos hasta 28 días.
Teniendo todo esto en cuenta, seguro que te preguntas la razón por la que los fabricantes de frigoríficos siguen colocando la huevera en la puerta. Desconocemos el por qué.
Ahora ya sabes cómo guardar los huevos en la nevera. Puedes compartir esta información con tus amigos y familiares.
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