El miércoles 7 de abril de 2021, el mundo amanecía con una noticia sorpresa: Jaime Martínez-Bordiú y Marta Fernández habían contraído matrimonio en secreto. Una historia de amor que comenzó en 2009 y que puso el broche de oro hace ya dos años. Un enlace que tuvo lugar en la notaría de Luis Pérez-Escolar, un buen amigo de la pareja, ubicada en la calle Fortuny de la capital.
Lo cierto es que esta buena nueva no solo fue una sorpresa para la crónica social, sino también para sus amigos. Pues, la realidad es que Jaime y Marta decidieron darse el ‘sí, quiero’ 48 horas antes del gran día. Tal y como informó ¡Hola!, dos días antes regresaron de viaje y acudieron al juzgado para recoger el expediente matrimonial que habían solicitado unos meses antes. «Pensamos que, cuando pase todo, habrá mucha gente que aproveche para casarse y, quizá, entonces sea más difícil», explicaron para la revista.
Sin rastro de la familia
Los novios quisieron mantener la boda en todo momento en secreto, pues solo se trataba de un «mero trámite» para formalizar su relación. Sobre las dos del mediodía, Jaime y Marta llegaron a la notaría, acompañados solamente de cuatro testigos. Ni los hermanos de Martínez-Bordiú, ni su hijo se enteraron, al igual que los padres de Marta, que conocieron la boda de su hija por una llamada telefónica. Quienes sí estuvieron presentes fueron Luis Alfonso de Borbón y José María de Ulloa y Suelves por parte del novio, y Francisco Freire Arteta y Pablo de Castro Luis por parte de la novia. «No somos nada románticos, nos gusta improvisar. ¡Es mucho más divertido así! Las películas de amor americanas, para los americanos», explicaron a ¡Hola!.
Desde 2018, tenían en mente contraer matrimonio, pero la sucesión de diversos acontecimientos familiares y el estallido de la pandemia los obligaron a posponerlo. Hasta ahora. Ese mismo día 5 visitaron la notaría y pidieron cita lo antes posible. El miércoles 7 fue la fecha elegida. La noche anterior contactaron con los testigos.
La noche de bodas
Después de un pequeño cóctel en el restaurante del Ritz, la pareja se desplazó hasta el Four Seasons de Madrid, donde cenaron en pareja en la brasserie del chef Dani García. Después, Marta y Jaime se marcharon de viaje el fin de semana, una pequeña luna de miel improvisada.
Los Franco, en guerra
Tras salir a la luz la noticia, El Mundo informó del gran cabreo de la familia Franco por haberse enterado de esta boda a través de la prensa. Al parecer, su miedo consistía en que la entrada de Marta en el clan pudiese romper el consenso que mantenían los hermanos por la herencia de su madre. Según el digital, la familia consideraba que, al igual que la empresaria ayudó al hijo de Carmen Franco a dejar a un lado sus adicciones, también le convirtió en una «marioneta». Motivo más que suficiente para que los hermanos temieran por la estabilidad familiar, en concreto por las exigencias económicas de la ya esposa de Jaime Martínez-Bordiú.
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