Dos hombres han sido detenidos este sábado por el robo de armas y varios uniformes en el puesto de la Guardia Civil de Villafranca de los Caballeros (4.900 habitantes, Toledo), según han informado fuentes de la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha. Los sospechosos han sido arrestados en el pueblo cercano de Camuñas (1.700 habitantes), donde también se ha realizado el registro de dos viviendas en las que han sido halladas dos armas oficiales, un arma particular y las prendas. Se ha recuperado todo lo sustraído, según la Guardia Civil.
El robo en el puesto de Villafranca de los Caballeros se produjo la madrugada de este sábado, aprovechando el horario de cierre del acuartelamiento. Según un comunicado de la Guardia Civil, accedieron al interior, forzaron varias taquillas y se llevaron dos armas de dotación, dos uniformidades completas, un arma particular, una caja fuerte y diferentes enseres particulares de la casa cuartel.
Los detenidos, de 41 y 43 años y con antecedentes por delitos contra el patrimonio, están investigados por un robo con fuerza. Tras su arresto, los agentes han realizado dos registros en el pueblo vecino de Camuñas, donde, además de los bienes sustraídos de la Guardia Civil, encontraron otros enseres supuestamente robados en anteriores golpes cometidos por la zona, ha informado el cuerpo policial. El caso está en manos del juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Orgaz.
“Puestos como este, con escaso personal y sin medidas de protección, son un pastel para los delincuentes que saben que no encontraran ninguna resistencia, porque en muchos de ellos ni siquiera viven ya los agentes y por tanto permanecen más horas sin vigilancia que con ella”, ha denunciado la Asociación Española de Guardias Civiles en un comunicado. Fuentes de esta misma asociación aseguran que la patrulla de guardia había identificado la noche del viernes a los arrestados dentro de las vigilancias para que se cumplan las restricciones de la pandemia.
El colectivo destaca que no es la primera vez que ocurre un suceso de estas características y recuerda que ya denunciaron la quema de coches oficiales en Córdoba o el pinchazo de ruedas en Alicante. La asociación reclamó recientemente al Ministerio del Interior el refuerzo con personal en los puestos más pequeños o su cierre, porque, según manifiestan, no ofrecen ni seguridad para la población, ni para los propios agentes.
La asociación considera que el robo en Villafranca de los Caballeros constituye un “nuevo aviso” a Interior para que tome medidas. “En esta ocasión, como en otras, han sido delincuentes comunes, pero ¿qué habría ocurrido si hubieran sido terroristas? Y si hubieran vivido familias, como ya pasó en el puesto de Galapagar en Madrid?”, se preguntan. La asociación propone que se replantee un nuevo despliegue de la Guardia Civil en el que, o se repongan las plantillas mermadas por los años de congelación de empleo público o se afronte con el cierre y reunificación de puestos. “La Guardia Civil es la institución mejor valorada por el servicio extraordinario que ofrece a la ciudadanía pero puestos con menos de diez agentes, que solo están abiertos como si fueran oficinas de ocho a 15.00, poca seguridad pueden ofrecer en sus demarcaciones”, inciden en un comunicado en el que destacan que son precisamente los pueblos de la España vaciada los que se ven más afectados.
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