Como adultos debemos tener mucho cuidado con el acceso que tienen nuestros hijos a los dispositivos inteligentes e Internet. Y si no, que se lo digan a la madre de las niñas que se han gastado más de 600 euros en juguetes.
Veronica Estell, una joven de Detroit, en Estados Unidos, y madre de las niñas, no se lo podía creer cuando un día llegó a su casa un repartidor de Amazon y le entregó varias cajas llenas de juguetes. Al principio pensó que era un regalo de un ser querido, pero finalmente se dio cuenta de que no era así.
Minutos más tarde escuchó a su hija de 6 años llamar a su hermana muy emocionada, comentándole que el paquete que habían pedido a Alexa ya estaba en casa. Las niñas se habían gastado aproximadamente 630 euros pidiéndoselos al asistente de voz Alexa para que los comprara en Amazon,aprovechando que la tarjeta de crédito de su madre ya estaba registrada en la plataforma.
Como resulta lógico, la madre se quedó muy sorprendida al descubrir lo que habían hecho sus hijas, y el enfado no tardó demasiado tiempo en llegar. Les preguntó si realmente sabían cuánto dinero se habían gastado y si habían pedido algo para ella.
Una de las niñas no tardó demasiado en romper a llorar. Es entonces cuando la madre descubre que incluso han comprado varias cajas de pilas para que los juguetes funcionen.
Por suerte, todo acabó bien. La madre consiguió devolver todos los juguetes y recuperar su dinero. La historia de las niñas que se gastan más de 600 euros en juguetes ha sido como un golpe de realidad, que ha servido para que muchos padres tomen conciencia de la importancia de controlar el acceso a Internet de sus hijos.
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