Dos versiones antagónicas del caso que enfrenta a Miguel Bosé y Nacho Palau


El pasado 18 de octubre, Miguel Bosé y su expareja durante 26 años, Nacho Palau, se vieron las caras en el juzgado nº 4 de Pozuelo de Alarcón. Se enfrentaron en los tribunales por la filiación de sus cuatro hijos: Diego y Tadeo, que viven en México con el cantante, y Telmo e Ivo, que lo hacen en Chelva (Valencia) con el escultor. Cuatro meses después, la madre de Palau, Lola Medina, ha pisado por primera vez un plató de televisión —Sábado Deluxe en Mediaset— para hablar de ello .“Pienso que Miguel ha hecho mal las cosas, separar a cuatro niños que son hermanos… Ellos tenían un proyecto en común, eran pareja y quería tener niños. No es verdad que ellos no quisieran ser familia, fueron como las parejas que quieren adoptar a un niño y les quieren desde que lo tienen. Fueron una familia hasta que empezaron a ir mal las cosas entre ellos. Nacho considera hijos a sus cuatro hijos pero Miguel ha dicho que no, que solo a dos”. Para tener a los cuatro niños sus padres recurrieron a vientres de alquiler, un hecho que complica la situación porque se trata de una práctica que no es legal en España, a pesar de que se acogen a ella cientos de parejas españolas cada año.

Medina fue una de las testigos del juicio. Un día que recuerda con tristeza por el testimonio del cantante y por su actitud: “No nos miró en ningún momento”. La madre del escultor considera que con Miguel Bosé “no se puede hablar”. “Podrían haber llegado a un acuerdo, pero si tú no das opción a que eso ocurra pasa lo que ha pasado”, afirma. La exsuegra de Bosé también aportó datos sobe el final de la relación de pareja. “Acabaron muy mal. Mi hijo no tenía capacidad de decisión y Miguel le desautorizaba con respecto a los niños. Estaba obsesionado con no salir de Somosaguas (…) Cuando los niños eran pequeños no quería que salieran de casa”, explicó. “Cuando estábamos allí, la niñera y yo nos llevábamos a los niños a escondidas a un parque para que jugaran”, declaró. Lola Medina añadió que su hijo se dejaba llevar por el “fuerte carácter” de Miguel y afirmó que Nacho vivía “sometido” y “un poco anulado por el fuerte carácter de Miguel”.

También desveló cómo se conocieron. “Nacho tenía 19 años. Fue en una discoteca de Valencia, todo un flechazo. Pronto lo dejó todo para irse a Madrid con Miguel. Desde entonces vivieron como pareja”.

La madre de Nacho Palau ha asegurado que los problemas entre su hijo y el artista comenzaron en Panamá: “Ya eran padres. Vinieron a España y Miguel quería irse a México con los cuatro niños y mi hijo no quería. Ahí tenían que haber llegado a un acuerdo para que no se llevara a los niños. Miguel se enfadó y le dijo: ‘Me voy a por los dos mayores’, y dejó a Nacho solo en Madrid con los otros dos niños”. Visiblemente emocionada, contaba: “Nacho lo ha pasado muy mal, cuando habla con sus hijos se pone a llorar… No entiende que Miguel no se preocupe si a esos niños le falta algo. No paga a mis nietos ni el seguro médico… Les ha dejado a los tres tirados”, ha añadido.

Veinticuatro horas después y en el mismo plató, Lucía Dominguín, hermana de Miguel Bosé, explicó que no le preocupaba que los niños tuvieran que estar separados, porque sabe que el vínculo entre ellos ya está creado y que podrán verse siempre que quieran. Además, aprovechó para defender a su hermano como padre: “Es un padrazo y también muy exigente porque es muy perfeccionista”. En su opinión, su hermano no debe estar pasándolo bien con esta situación, porque él siempre quiso “que los niños se criasen juntos”. Y añadió: “Nacho es mi hermano también, esos niños son mis sobrinos. Con Nacho tengo una relación estupenda, vivimos muy cerca. Yo tengo dos sobrinos por parte de Miguel y dos por parte de Nacho, los considero míos y de mi familia. La tragedia la estamos haciendo los mayores. Creo que los adultos estamos haciendo de esto una situación más trágica de lo que es”. En su opinión, los niños de la pareja no están pasando por un momento tan duro como se dice y están mucho más felices de lo que se piensa.

Nacho Palau y sus representantes legales, el despacho Ortolá Dinnbier, son quienes gestionan el recurso de apelación contra la sentencia emitida en su contra por el Juzgado de Primera Instancia número 4 de Pozuelo de Alarcón el pasado 30 de octubre. La expareja de Miguel Bosé defenderá sus argumentos ante la Audiencia Provincial de Madrid para reclamar la filiación de los cuatro hijos que ambos decidieron tener hace 10 años, mientras todavía mantenían una relación sentimental. Y, si es necesario, prolongará hasta la última instancia su petición.


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