En plena era digital, muchas veces nos encontramos con recomendaciones un poco extrañas por parte de ‘expertos’ en las redes sociales. Pero lo que ha sucedido esta semana con el ginecólogo Roberto Valbuena sobrepasa todos los límites conocidos. Una de sus seguidoras le preguntaba en Instagram cómo mejorar su higiene íntima. La respuesta del médico no ha tardado en hacerse viral, e incluso ha llegado a ser ‘Trending Topic’ en Twitter: realizar duchas vaginales con Listerine.
Según el ginecólogo, una de sus exnovias se hacía duchas vaginales con «una perita con agua y Listerine al bañarse». Muchos profesionales sanitarios han alertado de los grandes riesgos que supone esta práctica.
Tal ha sido el aluvión de críticas que pocos minutos después ha tenido que disculparse. El médico ha explicado que con su publicación en Instagram tan solo buscaba concienciar de la importancia de la higiene de la zona íntima tanto en hombres como en mujeres. Ha tratado de quitarle importancia al asunto, asegurando que se trata simplemente de una anécdota y que él en ningún caso ha recomendado hacer duchas vaginales con Listerine.
«No estaba recomendando hacerse duchas vaginales a todas las chicas que me siguen. Quien tenga alguna duda, que consulte con su ginecólogo para ver qué le recomienda lo que es mejor para ella.»
¿Cuáles son los riesgos de las duchas vaginales?
Aunque en un principio pueden parecer un buen método para limpiar la vagina en profundidad, en realidad no lo son, y mucho menos con Listerine. El principal problema es que las duchas vaginales eliminan el flujo natural, reduciéndose así la acidez de la vagina, lo que puede desencadenar problemas de salud de carácter grave.
Los expertos insisten en que la vagina no necesita este tipo de duchas para estar limpia y sana. Algunos de los problemas que se pueden derivar de las duchas vaginales son los siguientes: vaginosis bacteriana, enfermedad inflamatoria pélvica y mayor riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual.
Por lo tanto, las duchas vaginales no son necesarias. La vagina se limpia sola con la mucosidad natural que hay en ella. Si se elimina esta mucosidad, lo único que se consigue es un desequilibrio en la zona, el cual puede originar infecciones por microorganismos.
Consejos para la higiene íntima femenina
Lo primero y más importante es utilizar un producto específico para la higiene diaria de la zona vaginal. No se debe utilizar el mismo gel que para el resto del cuerpo. Los jabones íntimos no alteran el pH de la vagina y no irritan. La higiene siempre hay que hacerla de adelante hacia atrás.
Por supuesto, sólo hay que lavar la zona externa, nada de duchas vaginales. Y, por último, lo más recomendable es utilizar ropa interior de algodón.
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